El Clan del Golfo le arrebató el padre a Violenta Yepes Garcés, mientras patrullaba por las calles del municipio de Yarumal, Antioquia. Ella quería conocer París junto a él. Los delincuentes le quitaron la sonrisa a la niña de nueve años y al resto de las familias que han padecido los coletazos del ‘plan pistola’ que impusieron los ilegales.

La menor tomó el micrófono en medio de las exequias de su progenitor, el subintendente Sergio Yepes Páez, y sacó fuerzas para ponerle palabras al dolor que padece desde la tarde del domingo cuando le informaron sobre el homicidio: unos sicarios le dispararon cuando iba a atender una alteración de orden público.

Violeta lo recordó como un hombre valeroso y especial que entró hace 14 años a la institución para proteger a las comunidades, tal como lo estaba haciendo cuando murió al lado de la patrullera Luisa Zuleta, quien quedó gravemente herida después de la detonación de las armas de fuego y luego falleció en un centro médico de Medellín.

“Yo le quiero agradecer a mi papá porque él entregó la vida por mí, por mi mamá, por mi familia, porque él solo quería cuidar. Quería ir a París con él, siento que lo tengo a él aquí, vivo”, comentó la menor en medio de los honores que le brindó la Policía en el cementerio Campos de Paz de la capital de Antioquia en la tarde de este lunes.

A la par, repudió el ataque que afectó a su padre y el temor que padecen los allegados de los miembros de la Fuerza Pública que están prestando el servicio en las zonas donde delinquen los hombres que comanda alias Chiquito Malo, emisor del ‘plan pistola’ que suma más de 10 homicidios en esta región del país en lo que va corrido de julio.

“Que la gente mala reflexione porque seguro que, si sus familiares se murieran o los mataran, a ellos no les gustaría y se pondrían muy tristes”, afirmó la niña, que está matriculada en cuarto grado de primaria. Ella anhelaba el descanso de su padre para entregarle una serie de dibujos que plasmó mientras él estaba trabajando en Yarumal.

Las emotivas palabras de la pequeña fueron acompañadas de un sentido mensaje del comandante de la región seis de la Policía Nacional, brigadier general Gustavo Franco, que tiene la responsabilidad de dar con el paradero de los homicidas que le han quitado la vida a los uniformados en Antioquia, Chocó y Córdoba, las zonas más afectadas por el Clan del Golfo.

“Este es un momento que nos genera un gran dolor en el alma. Despedimos a un gran ser humano, un policía de la patria, una persona que le sirvió a los antioqueños y murió por Antioquia. Por eso le rendimos honores en reconocimiento y agradecimiento por toda la labor que realizó durante los 14 años al servicio de la patria”, relató el comandante.

El oficial reconoció que los ilegales no tienen límites, dado que los ataques sistemáticos se han realizado sin piedad. Incluso, varios ataques han tenido lugar en sus propios hogares, donde los sicarios les han disparado frente a sus seres queridos por portar el uniforme de la institución.

“Estos criminales no tienen límite. Ellos pueden desarrollar acciones que no tienen contemplación de nada. No sabemos si eso les vaya a servir para incrementar más riqueza criminal y si la vida les alcanzará para agotar esa riqueza. Esto es un dolor de patria. Pero con la gran fortaleza para contrarrestarlos y, sobre todo, para seguir protegiendo a los colombianos”, afirmó el brigadier general.

De acuerdo con el reporte de las unidades de inteligencia de la Policía Nacional, seis hombres son los presuntos responsables de este acto terrorista que terminó con la vida de los dos uniformados. Por el momento, en un cartel aparecen los alias de los señalados junto a una cifra de 50 millones de pesos que está dispuesta a entregar la institución por información que ayude a ubicarlos en Antioquia.