Albert Corredor dejó su curul en el Concejo de Medellín en medio del estruendo que generó al interior del Centro Democrático el apoyo público que asumió a favor de la candidatura presidencial de Gustavo Petro. Antes de presentar su renuncia a la corporación, abandonó formalmente las banderas de Álvaro Uribe.
En una carta dirigida al presidente de la corporación, Lucas Cañas, anticipó que se apartará del cargo el próximo viernes 24 de junio para liderar otros procesos. Fuentes cercanas a él informaron que estaría pensando en postular su nombre para las elecciones locales de 2019 y en la baraja está la Alcaldía de la ciudad.
La misiva la encabezó aludiendo al divorcio que tuvo con el partido político que lo llevó al Concejo, procedimiento que ocurrió un día antes de la primera vuelta presidencial, cuando anunció ante las cámaras que se bajaba del bus de la derecha porque ya no lo representaba.
“Quienes se hacen elegir, no se deben a un partido, sino a la comunidad. Si bien fui elegido con el aval del Centro Democrático, he presentado formalmente mi renuncia”, comenzó diciendo el concejal que ha fungido como fiel escudero de la administración de Daniel Quintero y el movimiento Independientes, agrupación que ganó las elecciones en 2019.
Paso seguido, mencionó -sin justificar los motivos- que se levantará de la silla que ha ocupado desde el 1 de enero de 2020 en el Concejo. Durante su paso fue duramente cuestionado por sus compañeros de la bancada, dado que nadó en contra de las políticas y acuerdos programáticos del Centro Democrático, como lo confirmó la dirección del partido.
Esta decisión se tomó por no respaldar la elección de Simón Molina como nuevo presidente de la mesa directiva corporación el pasado 9 de noviembre, tal como lo proyectó el Centro Democrático para hacerle contrapeso a los concejales que respaldan la Alcaldía de Quintero.
Ahora bien, frente a la renuncia de Albert Corredor, uno de los miembros del partido se fue contra él por el comportamiento que ha tenido una vez sumó los 8.506 votos que alcanzó en octubre de 2019, con el respaldo de Álvaro Uribe y Alfredo Ramos Maya, quien en ese entonces era el contendor de Daniel Quintero.
“Efectivamente, elegido por el Centro Democrático y [apoyado] por el presidente Álvaro Uribe Vélez, con quien recorriste la ciudad. ¡Como te vendiste a los intereses mezquinos de Daniel Quintero, ahí si no te corresponde! Un desleal nunca será alcalde”, respondió el concejal Julio Enrique González Villa.
En consecuencia, la curul de Corredor podría ser asumida por la abogada Leticia Orrego, quien es la militante que sigue en la lista que presentó el Centro Democrático en las elecciones locales: ella obtuvo el respaldo de 6.739 personas.
Así las cosas, la bancada de este partido quedará compuesta por nueve concejales. Sin embargo, solo seis tendrán voto por disposición de la colectividad. Lina García, María Paula Aguinaga y Nátaly Vélez están vetadas para tomar decisiones a nombre del Centro Democrático.
“Culminado el proceso disciplinario en contra de los concejales de Medellín, el Consejo Departamental de Ética, Disciplina y Transparencia de Medellín calificó como gravísima la conducta de los concejales en mención de haber desconocido la decisión de la bancada”, oficializó el partido en un comunicado de prensa.
La primera en alzar la voz de rechazo tras conocerse la elección del Centro Democrático fue la concejala Lina García en su cuenta de Twitter:
“No vamos a permitir un feminicidio político, no el secuestro de nuevo aval. El Consejo Nacional Electoral debe saber que el Centro Democrático no cumple con sus estatus, la ley y la constitución de manera mal intencionada”, comentó la mujer.