El 21 de noviembre, una avioneta se estrelló sobre una zona residencial de la capital de Antioquia dejando sin vida a las ocho personas que estaban a bordo. En las últimas horas, la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes de la Aeronáutica Civil entregó detalles desconocidos de esta emergencia que causó conmoción en toda Colombia.

A las diez de la mañana de ese día, seis pasajeros y dos tripulantes se abrocharon los cinturones para despegar hacia el municipio chocoano de Pizarro. A las 10:03 se prendieron los motores y, tres minutos después, arrancó el rodaje sobre la pista número dos del aeropuerto local Olaya Herrera de la ciudad de Medellín.

Desde la torre de control se autorizó la operación comercial dado que las condiciones estaban óptimas y no había elementos que generaran dudas, porque desde la terminal se informó que los motores cumplían con todos los requisitos. A través de los operarios se le indicó al copiloto, Sergio Guevara Delgado, que los vientos estaban en calma.

Así las cosas, a las 10:13:22, la avioneta tipo Piper inició la carrera de despegue. Aunque estaba programado para salir a las 9:30 a. m., hubo retrasos en la gestión logística. El tiempo estimado del trayecto entre Medellín y Pizarro era de 50 minutos. Como aeródromos alternos, ante cualquier contingencia, estaban los de Quibdó y Bahía Solano.

Pasaron un par de segundos para que entrara un llamado de urgencia a la torre de control desde el vuelo que había acabado de despegar. El copiloto volvió a tomar el equipo de comunicación para informar que debían regresar a la pista de aterrizaje porque algo no estaba bien con los elementos. Él se declaró en emergencia en ese momento.

“Mayday, mayday, mayday HK5121, falla motor (sonido de fondo)”, fue lo que comentó el integrante de la tripulación. La palabra Mayday es una señal de socorro que se utiliza en la aviación para advertir sobre un peligro inminente al que está expuesta la aeronave. HK5121 era el número de matrícula de la avioneta que iba para Pizarro.

La torre de control respondió: “5121 recibido. Pista libre y está autorizado, viento en calma”. En ese instante arrancó un operativo en el aeropuerto Olaya Herrera para recibir a las ocho personas que estaban en la aeronave. Los bomberos aeroportuarios se enfilaron en la pista y se activaron los protocolos para atender este tipo de emergencias.

Este es el recorrido que hizo la avioneta desde el despegue hasta la colisión con la vivienda. | Foto: Diacc

El desenlace fue fatal. El informe preliminar entregado por la Dirección Técnica de Investigación de Accidentes de la Aeronáutica Civil detalló que la tripulación no volvió a emitir mensajes: “Posteriormente a esta última comunicación, no se tuvo otra transmisión de radio por parte de la tripulación”, se lee en el documento publicado este martes.

Pero desde la torre de control se confirmó que la avioneta estaba perdiendo altura y varios segundos después una nube de humo dio cuenta de que había colisionado con la zona urbana. Se dio aviso al Servicio de Extinción de Incendios y el Cuerpo de Bomberos de Medellín llegó a la escena aproximadamente entre cuatro a cinco minutos después del hecho.

Todo ocurrió sobre cuatro viviendas del barrio Belén Rosales. “Los Bomberos efectuaron la extinción del incendio y confirmaron el deceso de ocho ocupantes y la destrucción de la aeronave. El accidente hizo necesaria la evacuación de 17 ocupantes de cuatro viviendas, que fueron afectadas por el impacto”, registró la Aeronáutica Civil en el informe.

Las víctimas mortales fueron identificadas como Jorge Cantillo Martínez, Dubán Ovalle Quintero, Anthony Mosquera Blanquiceth, Pedro Pablo Serna, Melissa Pérez, Nicolás Jiménez, Sergio Guevara Delgado y Julián Andrés Aladino, este último figuraba como el piloto de la avioneta.