Hay indignación en el departamento de Antioquia por las declaraciones que emitió este fin de semana un sacerdote contra los paisas durante una celebración eucarística. Entre tantas cosas, afirmó que son los encargados de distribuir las drogas en Colombia.
El cura se ubicó en el púlpito de la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá de Boyacá para compararlos con el pecado. La escandalosa intervención quedó registrada en un video y cada palabra ha sido reprochada ampliamente en las redes sociales.
Aprovechó para lanzar los dardos porque tenía al frente a varios turistas que habían viajado desde la ciudad de Medellín para conocer el famoso templo, reconoció el religioso en el momento en que estaba ofreciendo la predicación con base en el evangelio.
Pidió disculpas antes de hablar sobre los paisas porque sabía que el comentario iba a caer como una bomba y les anticipó a sus receptores que escucharían palabras con una mezcla de broma y burla. Sin embargo, los calificativos fueron asumidos como irrespetuosos.
Así lo señaló: “No me tomen a mal este comentario. Lo hago jocosamente porque amo y valoro a los paisas: la serpiente astuta parecía paisa”, aludiendo a la cita bíblica donde se ilustra a esta especie como un ‘animal maldito’ que provocó el pecado en el Paraíso.
Sumó en la intervención que la cultura de esta región del país tiene lo más bueno del mundo, como lo más malo: “Son líderes para el bien o son líderes para el mal, y ellos lo saben. No me estoy equivocando al decir lo que estoy diciendo”, manifestó el cura.
Paso seguido, les preguntó a los feligreses por la ciudad donde hay un centro universitario que forma a personas como modelos webcam. La respuesta fue la capital de Antioquia. Hasta el año 2020, cerca de 1.000 jóvenes se habían certificado en este oficio.
Las palabras que gritó el sacerdote del departamento de Boyacá fueron las siguientes: “¿Dónde hay universidad para prostituirse? En Medellín. Más de 1.000 estudiantes para desnudarse. Lo montó un paisa. El paisa puede vender el pecado como bueno”.
El momento más crítico de la eucaristía llegó cuando responsabilizó a los habitantes de esta región de traficar las drogas en Colombia. La ira de los asistentes empezó a aumentar en el transcurso del evento religioso y le reclamaron por los lamentables comentarios.
De esta manera sugirió ese argumento: “¿Quién distribuye el microtráfico en Colombia? Los paisas, porque hacen ver el pecado como bueno. Los mayores líderes espirituales y mejores católicos también están allá. También me le quito el sombrero a ellos”, concluyó.
Una vez terminó el ritual, el grupo de turistas se le acercó al sacerdote para cuestionar la predicación que, a su juicio, los estigmatizó. Uno de ellos les preguntó frente a los demás feligreses las razones de la argumentación, mientras otros lo alcanzaron a justificar.
“Nos vamos humillados e insultados porque de su boca solo salieron agravios para los paisas. Las mujeres son prostitutas, los hombres somos narcotraficantes. ¿Usted cree que es bueno hacer énfasis en lo malo de Medellín?”, afirmó el ciudadano tras finalizar la misa.
Luego el sacerdote les dijo que también tenían los mejores católicos, tratando de mitigar el malestar de los creyentes. Ante los repetitivos cuestionamientos, les replicó que lo expresado no eran mentiras. “Yo no dije mentiras”, aseguró mientras les rociaba agua.
Toda la escena fue registrada en celulares y las imágenes publicadas en las redes sociales. El malestar de los paisas es generalizado. Entre muchas cosas, se cuestiona con indignación las capacidades del sacerdote para compartir la palabra del evangelio.