De acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre los meses de enero y septiembre de este año, en la capital de Antioquia se han registrado 163 suicidios.
Frente a las estadísticas de 2021, hay un incremento de 28 casos en la pérdida de vidas. Las alarmas están encendidas.
La tasa se concentra en hombres. Mientras tanto, los escenarios que desencadenan con mayor frecuencia este incidente son problemas familiares, discusiones en pareja, dificultades económicas, situaciones legales, muerte de familiares, contratiempos laborales y antecedentes de enfermedades mentales.
Uno de los acontecimientos que más conmovió al país fue el de Karen Castaño, una joven de 22 años que se tiró al vacío desde el último piso de la Clínica Medellín. Ella dejó una carta pública escrita en su cuenta de Facebook donde explicó las razones que la impulsaron al suicidio, dirigida a su pequeña hija.
En los párrafos dio cuenta de un abuso sexual del que habría sido víctima por parte de un miembro de su familia y un trastorno de estrés postraumático que fue diagnosticado por un médico psiquiatra. En la lista también detalló los desórdenes que tuvo en su negocio por decisiones que tomó en medio del caos.
Este caso desempolvó la urgencia de la salud mental en Medellín.
Sin embargo, esta semana se volvieron a activar las preocupaciones porque dos personas se quitaron la vida con una diferencia de doce horas: una mujer se tiró a los rieles del Metro y otra se lanzó desde el piso 15 de un edificio ubicado en El Poblado.
De la primera emergencia se sabe que ocurrió en las inmediaciones de la estación Tricentenario y las autoridades judiciales atendieron la situación. Del otro caso sí hay más información: se trata de Marta Carolina Gonzáles de 53 años; el incidente ocurrió mientras esperaba una cita; su madre relató que tenía un problema mental.
La situación es aún más crítica en el departamento de Antioquia. Según los cálculos de las autoridades, cada día se registra un suicidio en esta región del país. Tal como ocurre en la ciudad, los hombres son los que recurren con mayor frecuencia a esta práctica por problemas familiares o antecedentes médicos.
Recientemente, un señor de 55 años se tiró desde el piso cinco de su unidad residencial, ubicada en Sabaneta, mientras sostenía en sus brazos a su hijo de 22 meses. Él se ubicó en una de las ventanas y se tiró al vacío. Su deceso ocurrió tres horas después en una clínica del Valle de Aburrá. El menor se salvó de milagro.
Frente a este panorama, desde el Concejo de Medellín les pidieron a las autoridades ponerles la lupa a las acciones que se están tomando en la administración distrital para mitigar el panorama crítico que estaría teniendo la salud mental durante las últimas semanas en la capital de Antioquia.
“¡Qué horror y dolor! En tan solo 48 horas, van tres suicidios. Se necesita que las entidades de salud suman esta situación de enfermedad mental. ¡No puede ser parte del paisaje!”, escribió el corporado Luis Bernardo Vélez a través de su cuenta oficial de Twitter, adjuntando imágenes de los titulares de prensa.
Ahora bien, la Secretaría de Salud de Medellín atiende este escenario con varios proyectos. Recientemente, se inauguraron otros dos ‘escuchaderos’, sitios móviles o fijos donde hay un especialista que está dispuesto escuchar a cada uno de los pacientes que tenga el interés de hablar y recibir atención gratuita.
El servicio se ofrece de lunes a viernes entre las 9:00 a. m. y las 4:00 p. m. en las instalaciones de Medicina Legal, Cementerio Campos de Paz, Clínica Cardiovascular de Medellín, Clínica CES de Prado Centro, Clínica Pontificia Bolivariana, Universidad de Antioquia, Politécnico Jaime Isaza Cadavid, Bancolombia y el ICBF.