SEMANA conoció que las dos menores de edad que habrían sido víctimas de Timothy Alan Livingston se escaparon del centro de protección del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) en Medellín. La noticia se conoce horas antes de que investigadores de Estados Unidos lleguen a la ciudad a tomar el testimonio de las niñas.
El fin de semana salió del lugar la menor de 12 años y, horas después, la de 13 años. Autoridades confirmaron que la primera fue ubicada y trasladada a otro espacio de cuidado de la entidad en Antioquia, mientras que la segunda no ha podido ser localizada y hay bastante preocupación por su paradero.
Ellas iban a ser escuchadas esta semana por funcionarios de la oficina de investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés). El propósito de esta entidad es apoyar en la judicialización del norteamericano y, de ser el caso, abrir el proceso en su país de origen.
Este tema será discutido en la tarde de este martes en Medellín. En una sola mesa se sentarán Policía, Alcaldía, Fiscalía, Gobernación, ICBF y Procuraduría para examinar con lupa el expediente, con el fin de emitir directrices para hacerle contrapeso a la explotación sexual de menores de edad.
SEMANA revela los secretos que rodean el caso del pedófilo gringo en Medellín: es pintor, vive con su novia y estuvo en la cárcel
Colombia no sale del asombro: un estadounidense fue hallado con dos menores de edad en un jacuzzi en El Poblado y, pese a las evidencias de un presunto delito sexual, fue dejado en libertad. SEMANA conoció información exclusiva del proceso judicial.
Timothy Alan Livingston llegó solo a Medellín el 24 de marzo, en un vuelo proveniente de Fort Lauderdale. Aunque tenía previsto el regreso el primero de abril, adelantó su viaje para el 29 de marzo, tras haber sido descubierto con las niñas en el hotel Gotham.
Las autoridades no tienen certeza de cómo contactó a las víctimas, pero la pista clave está en el único celular que ellas portaban. De manera preliminar, en el proceso sospechan que no fue por una aplicación de citas, sino algo directo.
Las menores tienen 12 y 13 años, vivían solas en un apartamento y se investiga cómo se sostenían económicamente, pues estaban desprendidas totalmente de sus familias. Desde que se conoció el caso, solo una de las madres ha aparecido.
Al parecer, el gringo se habría aprovechado de esa condición. Su nombre hoy circula ampliamente en las redes sociales y en todos los rincones del mundo se pide su judicialización.
SEMANA pudo establecer que este hombre ingresó en tres oportunidades a Colombia en calidad de turista. Vive en Estados Unidos, comparte vivienda con su novia y es pintor de profesión. Supuestamente, sus ingresos provendrían de obras de arte.
Hay un dato llamativo en la historia de vida de Livingston: tiene antecedentes judiciales por el delito de tráfico de estupefacientes en suelo norteamericano, por lo que fue condenado y estuvo privado de la libertad durante 24 meses.
Mientras camina por su país, en Medellín hay una redada importante para tratar de judicializarlo: la Policía, la Fiscalía y agencias internacionales están reconstruyendo su paso por la ciudad, rastreando pruebas para atraparlo lo más rápido posible.
Aunque es determinante el testimonio de las dos menores de edad, que eran cuidadas por el ICBF antes de escapar, también cobrarán relevancia las entrevistas con los empleados del hotel Gotham y todo aquel que tuvo contacto con el estadounidense.