Tres alumnos de la Universidad de Medellín recibieron sanciones disciplinarias por cuenta de unas grabaciones que colgaron en TikTok y que molestaron a la comunidad académica. La decisión ha causado revuelo en las redes sociales y la institución defiende su posición.
La medida se conoció este 12 de abril cuando uno de los protagonistas publicó un video exponiendo la historia que tituló: “me expulsaron de la Facu por grabar tiktoks”. Más tarde, el Consejo de la Facultad de Comunicaciones emitió un boletín explicando el suceso.
Todo empezó cuando el usuario conocido como ‘Andrés Jiménez’ compartió imágenes y escenas en los pasillos de la academia. Entre tantas cosas, ilustró la vida que llevan los estudiantes de primer semestre y otras temáticas dirigidas a sus 288 mil seguidores.
Cuando el contenido tomó fuerza y se multiplicó al interior de la Universidad de Medellín, levantó ampollas y varias personas alzaron su voz ante la dirección para protestar a razón de que la narrativa que se usó iría en contravía de las actividades estudiantiles.
Otro de los problemas que se identificó es que los jóvenes subieron a internet imágenes que no estaban autorizadas. Es decir, aparecieron rostros de integrantes de la comunidad académica que no les habían dado el consentimiento para utilizarlo.
Así quedó resumido en el comunicado: “En los videos aparecen profesores de nuestra Facultad y Universidad que fueron grabados y publicados en dichas redes sociales sin su consentimiento, algunos de ellos en tono de burla, así como alusiones grotescas”.
El discurso de los influenciadores fue calificado como denigrante, no solo contra los docentes, sino también afectando a los estudiantes y a la institución donde están matriculados. Sin embargo, ellos respondieron que los videos no tenían este propósito.
Frente a este escenario, las directivas los invitaron a una reunión de “carácter formativo y de reflexión para el uso responsable y ético de las redes sociales”. Allí se fijaron unos compromisos y se les pidió no cruzar los límites legales para no empeorar la situación.
No cumplieron. Uno de ellos grabó ese encuentro y lo mostró en internet. La Universidad de Medellín relató que se divulgaron videos con comentarios de insultos y mensajes que se podrían configurar como “violencia basada en género”. El ultimátum se ejecutó:
“Debido al reiterado comportamiento de los estudiantes en contravía de las normas universitarias y surtido el trámite del proceso disciplinario, todo dentro del debido proceso, se recogieron y analizaron las pruebas y se realizaron los descargos”, expresó.
A raíz de la gravedad de la actuación, se decidió sancionarlos disciplinariamente sin entregar mayores detalles. No obstante, uno de los influenciadores contó en TikTok que lo suspendieron de la Universidad y le cancelaron la matrícula durante dos semestres.
“Me quedé sin mi derecho a estudiar por hacer unos videos en donde yo era un primíparo e iba por toda la Facultad de Comunicación grabando. Nunca lo hice con una mala intención de burlarme de ellos, sino de burlarme de mí mismo”, comentó Jiménez.
Luego agregó: “Todo el mundo sabe que, por lo absurdo de los videos, es un personaje de ficción. Pienso que la Facultad está exagerando demasiado con este proceso y con estas decisiones tan abruptas por un pela’o que solo quiere hacer reír sin burlarme de nadie”.
Al contrario, la Universidad de Medellín indicó que, por varios años, ha impulsado el uso responsable de las redes sociales y varios de sus egresados han podido crear comunidades digitales con ética, las cuales son cuestionada para los tiktokers que tendrán que salir de la institución.
“Defendemos la libertad de expresión basada en el respeto del derecho de los otros sin atentar contra la intimidad, la integridad, la honra y el buen nombre de las personas”, concluyó el Consejo de Facultad de Comunicaciones.