El municipio de Briceño, Antioquia, vive horas de angustia por cuenta de los fuertes combates que sostienen las Autodefensas Gaitanistas de Colombia con las disidencias de las Farc por el control territorial. Hay denuncias por homicidios selectivos, toma de rehenes, amenazas, confinamientos y balaceras en medio de las comunidades.
Una supuesta comisión del Clan del Golfo se habría desplazado del Bajo Cauca hacia el corregimiento de Las Auras para hacerle contrapeso al frente 36 que comanda alias Primo Gay, el mismo que ordenó expulsar las tropas de la Cuarta Brigada del Ejército Nacional mientras blindaban a los campesinos de las emergencias que hoy los atormenta.
El alcalde Wilmar Moreno advirtió que las veredas están paralizadas por las intensas confrontaciones. Por ejemplo, las instituciones educativas cerraron las puertas y los habitantes dejaron de trabajar en la tierra por el temor de caer en las garras de los delincuentes: “Alertamos que es la vida de la población civil la que está en juego”.
Él detalló que algunos ciudadanos fueron retenidos, otros obligados a alimentar a los combatientes, un par estuvieron amarrados a los árboles, los conductores no pudieron encender los automotores y a la mayoría sometieron al encierro, advirtiéndoles que sus viviendas serían incendiadas en caso que violaran las reglas.
La administración local pidió auxilio a las autoridades departamentales y nacionales con el fin de activar un corredor humanitario en la zona rural de Briceño, “para sacar a la población de sus propias casas que fueron convertidas en trincheras de guerra. No debe haber negligencia por parte de las instituciones del alto nivel”.
El gobernador Aníbal Gaviria reconoció el tenso escenario que se vive en el corregimiento de Las Auras y respondió que las autoridades ya están trabajando para retomar el control del orden público: “Avanzan operaciones militares y policiales para superar la compleja situación que se vive en Briceño. La fuerza de la majestad del Estado siempre triunfará”.
Horror en Colombia: en menos de 24 horas se han registrado cinco masacres que han dejado 18 muertos
Una grave situación de seguridad se presentó en el país en las últimas horas con las cinco masacres que se registraron en diferentes regiones del país. Los homicidios colectivos dejaron 18 muertos, según Indepaz.
En el municipio de Puerto Berrío, Antioquia, fueron asesinadas cuatro personas; en Jamundí, Valle del Cauca, cuatro homicidios, al igual que en el Huila; en Ipiales, Nariño, tres crímenes, así mismo en Villanueva, Casanare, según Indepaz (Instituto de Estudios para la Paz).
Sobre las masacres, indicó Indepaz, que en Casanare dos hombres y una mujer fueron asesinados en límites de la vereda La Colmena y el barrio Bello Horizonte en Villanueva. Hasta el lugar habrían llegado hombres armados, quienes atacaron a las víctimas, de las cuales no se conoce por el momento la identidad.
Respecto al caso de Ipiales, Nariño, según Indepaz, tres hombres fueron asesinados en el barrio Montecarlo en el municipio fronterizo y, de acuerdo con medios locales, el hecho se presentó cuando un hombre, que se movilizaba en un vehículo, les disparó a dos jóvenes que murieron en el lugar; una tercera persona que había sido herida falleció posteriormente en un centro asistencial. Dos de los tres muertos eran hermanos.
Frente al caso de Algeciras en el Huila, Indepaz afirmó que cuatro personas fueron asesinadas en la vereda El Silencio. Al parecer, el hecho habría sido cometido por un grupo de hombres armados que ingresó a una vivienda y atacó a quienes se encontraban allí.
Para el caso de Jamundí, en el Valle del Cauca, Indepaz informó que cuatro personas fueron sacadas de una celebración en el sector de La Liberia; posteriormente, sus cuerpos fueron encontrados en distintas zonas rurales.