El departamento de Antioquia suma 911 casos confirmados de la viruela del mono. Los diagnósticos se concentran en las poblaciones que acumulan el mayor número de habitantes: el Valle de Aburrá y el oriente, así lo confirmó la Secretaría de Salud.
El 81 por ciento de pacientes se encuentran recuperados, mientras que los restantes están cumpliendo con una cuarentena obligatoria. 20 de ellos son atendidos en centros médicos de la ciudad por complicaciones asociadas a la infección y otras patologías.
“La mayor cantidad han sido en Medellín, Bello, Itagüí, Sabaneta y Rionegro. Tenemos 31 municipios que han tenido casos, muchos de ellos solo tuvieron uno y ya lo tienen recuperado. La condición clínica es buena”, dijo la epidemióloga Amparo Sabogal.
Con base en el último informe emitido por el Ministerio de Salud, la capital de este departamento acumula en su registro 620 contagios de la viruela del mono. Seguida de Bello donde 82 personas fueron diagnosticadas con esta enfermedad.
La lista la complementa Itagüí (58); Envigado (25); Sabaneta (20); Rionegro (11); La Estrella (9); Caldas (7); Copacabana (7); La Ceja (6); Apartadó (5); Guarne (5); Santa Fe (5); El Carmen de Viboral (4); Barbosa (2); Girardota (2); Marinilla (2); y Montebello.
Mientras que los siguientes tienen un solo paciente informado: Ciudad Bolívar; Cañasgordas; Concordia; Hispania; La Pintada; El Retiro; San Carlos; Santa Rosa de Osos; El Santuario; Titiribí; Turbo; Yarumal; Zaragoza; otros 27 corresponden a otros departamentos.
Drama en cárcel de Apartadó
El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) reveló que dos personas que están internadas en las celdas del municipio de Apartadó fueron diagnosticadas con la viruela del mono. Además del contagio de un detenido que se encuentra en su residencia.
Los primeros signos de alerta llegaron en la primera quincena de septiembre, cuando los reclusos dieron cuenta del malestar y las ampollas que empezaron a salir en sus cuerpos. Ambos tuvieron contacto con el virus en medio de las visitas que están programadas cada fin de semana.
De inmediato, la dirección informó a las autoridades sanitarias de la localidad para que gestionaran la prueba con el fin de confirmar la enfermedad. Luego se ordenó el aislamiento preventivo mientras se emitía desde la capital del departamento el resultado.
Esclarecer el cerco epidemiológico dentro del penal fue otra de las tareas que se adelantaron en las primeras horas de la infección. En el pabellón dos se analizó la situación con lupa y, durante esa época, el Inpec pidió cancelar las visitas de los familiares.
Sin embargo, una vez se estableció la identidad de las personas que tuvieron contacto con los dos enfermos, se abrieron nuevamente las puertas. Pero los habitantes de Apartadó han cuestionado esa determinación porque, sumado al hacinamiento que se sostiene en la cárcel, durante el sábado y domingo hay alto flujo de acompañantes.
Con base en los sistemas estadísticos del Inpec, con corte al tres de octubre, en el centro penitenciario de este municipio hay una sobrepoblación del 138 por ciento. Entre la lista de internos aparecen 536 condenados y 165 sindicados. Es decir, la capacidad de atención es para 296 personas y, de momento, detrás de las rejas hay 706 ciudadanos.
Esta cárcel es la que más preocupa a las autoridades porque es la que mayores números de hacinamiento registra en la región, incluso está por encima del promedio departamental que suma las condiciones operativas de 18 establecimientos que son operados por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario.
Ahora bien, frente al estruendo que ha generado la filtración de la viruela del mono en el penal, la administración municipal de Apartadó emitió un comunicado de prensa donde explicó que los pacientes que se contagiaron con la viruela del mono se encuentran en buenas condiciones de salud y bajo el seguimiento del grupo especializado de la entidad.