Un vehículo de servicio público que transportaba a trece pasajeros entre el municipio de Istmina y la capital de Antioquia fue incinerado por supuestos integrantes del ELN. El recorrido fue frenado por diez sujetos que portaban armas de fuego. Los ocupantes fueron intimidados con las pistolas y obligados a descender del automotor.

El bus salió en la tarde de este martes desde la zona urbana de Istmina y tomó el principal corredor que conduce hacia Medellín. Después de cinco horas de haber rodado por la carretera, el grupo de delincuentes apareció a un pie de la vía y obligó al conductor a apagar el carro, en las inmediaciones del sector conocido como el Alto del Consuelo.

Una a una fueron bajando las 15 personas que se registraron en la taquilla, dos de ellas tenían a cargo el volante, mientras los ilegales les daban indicaciones de cómo proceder. Cuando el vehículo quedó desocupado, empezaron a rociar gasolina y luego prendieron las llamas. Se estima que las pérdidas fueron superiores a los 500 millones de pesos.

De acuerdo con el informe emitido por la empresa Rápido Ochoa, todos los pasajeros fueron evacuados a tiempo de la zona con otro carro que estaba en el sector. Ellos llegaron hasta el municipio de El Carmen de Atrato donde recibieron atención por parte de los servidores de la compañía. Ninguno de los afectados resultó con lesiones.

“Nos encontramos atentos a la investigación que sobre el particular adelanten las autoridades. A la fecha, continuamos con la prestación de nuestro servicio público terrestre desde y hacia el departamento de Chocó, sin alteraciones”, afirmó la única empresa que mueve a personas entre Medellín y esa zona del país.

Esta emergencia encendió las alarmas de la Asociación de Transportadores de Pasajeros. En un comunicado dirigido a la opinión pública rechazaron el caso y pidieron mayor presencia de la Fuerza Pública con miras a garantizar la prestación de los servicios en el departamento de Chocó, amenazado por las organizaciones delincuenciales.

En los municipios de esta región opera con amplio despliegue el Ejército de Liberación Nacional (ELM) y el Clan del Golfo, también los grupos locales que trafican estupefacientes y aterrorizan a los comerciantes con la extorsión. Los dos primeros sostienen enfrentamientos por el control territorial de las rentas criminales.

La preocupación de los conductores son los escasos controles de vigilancia que habría sobre el corredor que une a Antioquia con Chocó. Recientemente, se reveló la instalación de un “peaje” ilegal por parte de una de estas organizaciones. Uno de los carros que cruzó la línea sin frenar fue atacado a balas, uno de los ocupantes perdió la vida.

“No podemos seguir permitiendo la violencia hacia nuestros conductores y exigimos medidas de seguridad urgentes que permitan tener una mayor tranquilidad para nuestras empresas transportadoras, así como brindar una seguridad a nuestros usuarios que mantienen un temor de transitar por esta ruta tan insegura”, afirmó el director de la Asociación, Samir Echeverri.

La Policía Nacional confirmó que la vigilancia de este corredor está a cargo del Ejército Nacional. Las unidades de esta institución estaban ubicadas a pocos kilómetros del sitio donde ocurrió la emergencia. Según el reporte oficial, llegaron 30 minutos después de que los delincuentes abandonaran el terreno y dejaran a las personas sin medios de transporte.

Pero el proceso de investigación fue asumido por el comando de la Policía de Chocó y la Fiscalía General de la Nación, quienes tienen como principales sospechosos a los integrantes de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), porque así se presentaron ante las víctimas; además, el armamento utilizado confirmaría las hipótesis de las autoridades.