En horas de la noche despierta de un largo sueño en lo más alto de los árboles. Bajo la luz de la luna y con movimientos lentos, este perezoso solitario, peludo y casi ciego se cuelga por entre las ramas en busca de alimento. Cuando no encuentra más bosque desciende a tierra y queda a disposición de sus enemigos: vehículos, perros y cazadores. En Cundinamarca, las autoridades y la comunidad unen esfuerzos para protegerlo
Cancele en cualquier momento