El cambio climático y el aumento del nivel de los océanos podrían hacer desaparecer la mitad de las playas de arena en el mundo de aquí a 2100, de acuerdo a un estudio publicado este lunes en la revista Nature Climate Change. Inclusive, aunque la humanidad logre reducir de manera eficaz las emisiones de gases de efecto invernadero, que son las responsables del calentamiento global, más de un tercio de los litorales arenosos se encuentran amenazados, según este estudio. Su desaparición tendría un gran impacto sobre las actividades turísticas, pero no solamente a este nivel. "Además del turismo, las playas de arena constituyen a menudo el primer mecanismo de protección contra las tormentas e inundaciones y, sin éstas, los impactos de los fenómenos climáticos extremos serían probablemente mucho más fuertes", advirtió Michalis Vousdoukas, quien dirigió el estudio y es investigador en el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. "¡Debemos prepararnos!", afirmó.
Las playas de arena ocupan más de un tercio de los litorales marítimos del mundo y, a menudo, se encuentran en regiones densamente pobladas. Pero están amenazadas por la erosión a causa de las nuevas construcciones, el aumento del nivel de los océanos, tormentas, amenazando asi a las infraestructuras y a la vida.Australia podría ser el país más duramente afectado, con sus casi 15.000 km de playas arenosas borradas del mapa dentro de 80 años, por delante de Canadá, Chile y Estados Unidos. México, China, Rusia, Argentina, India y Brasil también se encuentran entre los países en primera línea en cuanto a fragilidad.
Los científicos han trabajado a partir de dos escenarios o modelos, desde el "peor", en que las emisiones de gases de efecto invernadero continúen a su ritmo actual, u otro, en el cual el calentamiento global se limite a 3°C, un nivel no obstante considerado elevado. En el peor de estos casos, el 49,5% de las playas de arena desaparecerían, o sea, aproximadamente 132.000 km de costas. En el otro, alrededor de 95.000 km se verían afectados. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (de la ONU, el GIEC), estimaba en un informe publicado en septiembre pasado que los océanos podrían elevarse en 50 cm para 2100 en el mejor de los casos, y 84 cm en el peor. Sin embargo, muchos científicos creen que estas hipótesis son conservadoras.