El miércoles 7 de septiembre, se llevó a cabo el segundo conversatorio con alcaldes y gobernadores, organizado por revista Semana, para debatir acerca de las preocupaciones sobre los acuerdos de La Habana que serán refrendados por los colombianos, el próximo 2 de octubre.En el primero, realizado la semana pasada, participaron mandatarios de la región pacífica.En esta ocasión, los mandatarios locales de la región centro oriental colombiana fueron los protagonistas. Alcades de Boyacá, Norte de Santander y Cundinamarca, hicieron presencia, y reiteraron una vez más que el gran reto, además de la inversión social, será que el Gobierno Nacional logre fortalecer los canales de comunicación con los líderes locales y que “se preste especial atención a los municipios de sexta categoría, que son quienes más necesitan los recursos”, dice Álvaro Gutiérrez, alcalde de Choachí (Cundinamarca).Una de las reflexiones que dejó el encuentro es que a tan solo tres semanas de la fecha definitiva, según los alcaldes, falta pedagogía sobre paz. Aunque los mandatarios de esta región no han vivido con tanta intensidad el conflicto, como los de la región pacífico, les preocupa las dificultades que representa para sus poblaciones la atención de víctimas, que en mayor o menor medida han llegado desplazadas a su territorio.José Espejo Jiménez, alcalde de San Juan de Rioseco (Cundinamarca), municipio ubicado en la Provincia de Magdalena Centro, expresó, por su parte, que hasta el momento, “ la gente de la comunidad no tiene claridad sobre los acuerdos. Están llegando a hacer campaña por el No, pero el Sí, sinceramente, se ve muy quedado. Ante este panorama, lo único que a uno puede hacer como mandatario es ser garante de lo que decida la población.”, finaliza Jiménez.La conclusión sobre el tema, según varios mandatarios, es que la pedagogía aún no llega a todos los territorios. Está segmentada a algunas partes de la población (como las víctimas) o se está haciendo sin el acompañamiento de los gobernantes. Este es el caso del municipio de Choachí, donde según el alcalde Gutiérrez, “el Gobierno llegó directamente hasta las víctimas y no nos avisó nada. Yo me enteré después. Si no cuentan con nosotros en este momento, ¿Qué podemos esperar a futuro?”Por otra parte, el tema de los recursos, es sin duda el más agobiante para los gobernantes. Muchos dicen que aunque desde los altos mandos se promete que habrá más oferta institucional, la realidad que han vivido hasta el momento desde su cargo, es otra: no logran conseguir citas ni recursos de los ministerios, viabilizar proyectos, y los recursos propios con los que cuentan, son muy pocos para generar impacto.“Yo vivía con un optimismo exagerado ante el acuerdo de paz cuando me posicioné como alcalde, pero ahora vivo con optimismo moderado”, dice Hermes Alfonso García, alcalde del municipio de Convención (Norte de Santander).“En una reunión previa a las elecciones de 2015 con el Gobierno, nos mostraron toda la oferta institucional que había, pero cuando asumí el puesto me di cuenta que la realidad es muy distinta. Esa oferta tiene poca aplicabilidad y hay muchas barreras para poder acceder a ella. Necesitamos verdaderas herramientas y lo principal es que sea para poder hacer inversión social”.En esta línea, otra de las preocupaciones es que “se están generando muchas expectativas a las poblaciones”, que de no cumplirse, explica el alcalde de San Bernardo(Cundinamarca), “vamos a ser los alcaldes los únicos sacrificados”.Con respecto al tema de víctimas, los mandatarios explicaron que las preocupaciones son dos: la primera que muchas de las personas que fueron afectadas por el conflicto, no se registraron cómo tales por miedo a ser estigmatizadas en el pasado y hoy no saben cómo hacer para ser reparadas, y la segunda es que dentro de la población crece la sensación de que “es mejor ser víctima, o victimario, que raizal” dice Eleazar González alcalde de Soacha (Cundinamarca).“La gente común no entiende por qué sí el gobierno le va a dar beneficios y recursos a la gente que delinquió mientras que a ellos, que no tienen, ni con qué comer, no les dan nada”, cuenta Nancy Garrido, alcaldesa de Topaipi, para explicar la situación que se vive hoy en su territorio. “En ese momento, ¿Uno qué le responde a los campesinos?”, agrega.En este sentido, el principal llamado que hace este grupo de mandatarios al Gobierno es que se trabaje más de la mano con la instancia local. Pues solo de esta manera, se podrá armonizar la gestión pública para que los recursos y proyectos, adquieran una dimensión real en los territorios.*Mónica Jaramillo, periodista de Gobernantes y Posconflicto.