La Fiscalía de México confiscó el jueves pasado un inmenso cargamento de víveres valorado en 61 millones de dólares. La mercancía estaba distribuida en 1.300 contenedores marítimos y en total había 1.800.000 cajas de mercados (llamadas Clap), cada una con raciones de leche en polvo, azúcar, pasta, harina, fríjol, aceite y atún enlatado. El operativo se produjo gracias a que organismos de inteligencia de varios países desde hace meses trabajaban por develar un entramado internacional por el que fluyen cientos de millones de dólares. Un turbio asunto con dos grandes protagonistas, uno tristemente célebre y el otro desconocido: el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su socio, el barranquillero Álex Nain Saab Morán.Si es suscriptor lea el artículo completo aquí