No es común que dos expresidentes estén en plena campaña electoral sin que un cargo de elección popular esté en juego. Y es todavía más inusual que personas que fueron mandatarios de un país tengan que enfrentarse a gritos, videos, celulares, y hasta a simbólicas propuestas de matrimonio. Pero el plebiscito por la paz puso a César Gaviria y al ahora senador Álvaro Uribe, como cabezas el Sí y el No, en ese inédito papel. En un mismo días, las caras visibles de dos posiciones políticas disimiles vivieron manifestaciones diametralmente opuestas en reconocidas universidades del país. Uribe quedó sorprendido cuando un joven, elegantemente vestido, se arrodilló ante él para proponerle matrimonio. Sí, por más rocambolesco que suene, la escena tuvo lugar en el auditorio principal de la Universidad de Medellín. Mientras que Uribe exponía sus argumentos por el No al Plebiscito por la paz, el líder estudiantil Alex Flórez se acercó al escenario y le entregó una rosa blanca al exmandatario. Pero no fue el único regalo. También le hizo llegar una argolla y le pidió que “se casara con el proceso de paz”. En otras palabras, el pidió el Sí. El senador del Centro Democrático se vio sorprendido por el gesto y por el momento. Con una sonrisa incrédula, Uribe atinó a decir: "Déjame continuar aquí, te la recibí con mucho respeto, déjame seguir los argumentos. Está bien apoyar con teatro el Sí y el No”. Terminado el evento, que había sido organizado por líderes estudiantiles pertenecientes al Centro Democrático, todos los micrófonos buscaron a Alex Flórez, que antes había revolucionado las redes sociales con el video de su acto simbólico. Flórez, que es reconocido en la ciudad por su activismo político, explicó que lo ocurrido era un intento para que “se cambié el chip” y sobre todo se mejore la calidad del debate político en el país. Semana.com habló con otro líder estudiantil, que solicitó no ser nombrado y que conocía de antemano lo que se había organizado para este lunes. Expresó que lo ocurrido con el expresidente Uribe debe servir para combatir la creciente polarización. “Queríamos demostrarle al senador Uribe que podemos recibirlo, escucharlo y recibir sus argumentos sin gritos o arengas contra él. Quizá eso fue lo que lo sorprendió, él está acostumbrado a los ataques”, afirmó. Sin embargo, a la salida de la universidad EAFIT se volvió a repetir una escena menos simbólica y más usual. Estudiantes esperaron la salida del exmandatario para mostrar pancartas contra el uribismo y los gritos disonantes no se hicieron esperar. Los abucheos, para el senador y líder del No, una vez más se repitieron. Gritos en la Autónoma del Caribe Otro símbolo de esta atípica campaña electoral ocurrió, casi que al mismo tiempo, con el expresidente César Gaviria en la ciudad de Barranquilla. El líder del Sí decidió participar en un foro invitado por la Universidad Autónoma. Su intervención fue accidentada. En un momento que dejó perplejos a los asistentes, el expresidente decidió retirarse del recinto cuando el moderador le informó que su tiempo de intervención, que era de diez minutos, había finalizado. El foro “Academia para la paz” tuvo momentos de tensión. Los murmullos entre el público se hacían sentir durante las intervenciones de los panelistas y todo terminó con la reacción de Gaviría, que ni siquiera se despidió de los asistentes. Pero lo más complejo ocurrió a la salida del recinto. Mientras que el jefe del Partido Liberal esperaba un ascensor para salir de la universidad, dos mujeres lo increparon. Todo quedó registrado en video. En medio del tumulto una de las protestantes gritó “Usted no puede ser tan inconsciente y vender el país como lo está haciendo a cambio de mermelada”. Gaviria optó por guardar silencio y no responder. Al mismo tiempo, un hombre agradeció la gestión del expresidente Gaviria y defendió el plebiscito. Igual que el video de Alex Flórez en Medellín, lo ocurrido en Barranquilla se volvió viral en cuestión de minutos. Durante la tarde de este lunes, en el ring de las redes sociales se vieron golpes de un lado y otro mostrando las secuencias que no duran más de cinco minutos. Lo que tuvieron que vivir los expresidentes Uribe y Gaviria este lunes muestra, una vez más, la polarización que existe en torno al plebiscito. El apasionamiento que despierta el proceso de paz, con el telón de fondo del conflicto armado en Colombia, deja poco resquicio a la conversación. Los interlocutores usualmente buscan espetar su razonamiento a la espera de dos cosas: apoyo o discusión cerrada y agresiva. Los sucesos de este lunes, y sus réplicas en las redes sociales, muestran los contrastes de una campaña hiperbólica.