“Llamé a emergencias, les conté cómo estaba mi padre y me dijeron que revisara si tenía signos vitales. Diez minutos después llegó la policía. Los agentes lo miraron y dijeron que sí estaba muerto”. Así vivió Karen Lorena Merchán los primeros minutos después de encontrar muerto a su padre, Fernando Merchán, vigilante del Equus 66, quien estaba de turno el día en que Rafael Uribe Noguera asesinó a Yuliana Samboní. Para la Fiscalía, él era pieza clave dentro de la investigación que abrieron por el caso, pues era el responsable de registrar las entradas y las salidas el día de los hechos. Sin embargo, cinco días después del crimen, su hija lo encontró muerto en el baño de la casa con heridas en sus extremidades.Le puede interesar: La misteriosa muerte del celador del edificio de Rafael Uribe “Ese día, a las 11:00 a. m. llegué a la casa y abrí la puerta. Todo estaba en silencio, subí al segundo piso, lo vi en la ducha. Subí los últimos escalones corriendo, tiré las llaves al lado del sanitario. Pensé que él se había caído”, relató Karen en un video divulgado por YouTube el pasado lunes.Continuó: “Cuando abrí la puerta de la ducha lo vi sentado. Había un charco de sangre. No sabía qué hacer porque estaba sola. Llamé una prima, le dije que mi papá se había matado y que me explicara qué hacía porque no tenía ni idea. Me dijo que me tranquilizara y terminamos la llamada”.Puede leer: Habla el hermano de Rafael Uribe NogueraEn la grabación de casi 24 minutos, varios familiares y amigos de Merchán lo calificaron como un hombre “honesto, humilde y buena persona”. Y aseguraron que ellos también fueron víctimas de Rafael Uribe y que las presiones que hubo en su contra fueron las que lo llevaron a quitarse la vida.Según su hijastra, Olga Elizabeth Casallas, después del crimen de Yuliana, Fernando Merchán entró en depresión. Sobre todo, cuando supuestamente el dueño de la empresa de seguridad para la que él trabajaba “le dijo que tenía responsabilidad de lo que había pasado en el edificio”.Le recomendamos: La dura y desconocida vida de los Samboní antes de la tragedia“Él no comía, no podía dormir. No quería hablar de nada, no quería ver noticias. Mi papá fue presionado, él sentía responsabilidad por lo que le había dicho el dueño”, aseguró Olga.De otro lado, Ana Isabel Casallas, cuñada del vigilante, narró que cuando el caso salió a la luz pública él le manifestó estar preocupado por resultar implicado en el proceso y más porque estuvo preso durante cinco años por hechos relacionados con narcotráfico y no quería volver a la cárcel, como lo dejó escrito en una de las dos cartas que puso sobre su cama antes de suicidarse.Puede leer: "No quería dañarles la Navidad": celador del edificio de Rafael UribeLos familiares de Fernando Merchán intentan limpiar su nombre y defender su inocencia. No obstante, según ha dicho la Fiscalía, él habría brindado información falsa al ente acusador pues -como han manifestado- los registros de entradas y salidas del edificio que él presentó no correspondían con lo que mostraban las cámaras de seguridad."El vigilante tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo en ese momento en el piso donde ocurrió el crimen. Adicionalmente, advertimos que él no manifestó la verdad ante la Fiscalía y tampoco las anotaciones que hizo en el libro de ingresos corresponden estrictamente a la verdad", dijo días después de la muerte de Merchán el fiscal general, Néstor Humberto Martínez.