A las 9:35 de la noche del 21 de marzo el motín en la cárcel La Modelo estaba aumentando. Y todo quedó grabado en los videos de las cámaras de seguridad del penal a los que tuvo acceso SEMANA en exclusiva. A esa hora comenzó una de las escenas más dramáticas de lo que pasó en el que es considerado uno de los peores intentos de fuga masiva, que terminó en una tragedia que dejó 23 muertos y más de 80 heridos.
En las imágenes se observa a decenas de internos bajar por los techos y se ve cómo logran llegar hasta un espacio abierto cerca de uno de los bloques del penal. Llegan hasta la garita ocho que está en ese sitio y en donde hay un guardián. A las 9:43, la turba de internos saca colchones y los quema en la mitad del patio. Dos de los detenidos se suben a una estructura ubicada al frente de la garita y lanzan piedras y otros objetos. Desde un extremo, un grupo de guardianes intenta controlarlos con bombas aturdidoras, pero son enfrentados por los presos que los superan en número. A las 10:04, los videos muestran que los detenidos rompen una de las rejas y llegan hasta la base de la garita. Allí desprenden parcialmente la puerta metálica. Quince minutos después, prenden más colchones en el hueco de la garita. El humo sube por la torre que lleva hasta la garita. El fuego, producto del incendio, también aumenta rápidamente.
El guardia que está en la central de monitoreo trata de acercar la imagen para averiguar qué pasó con su compañero, pero no se ve. La cámara gira y deja ver cómo llegan más detenidos que prenden más colchones en el patio. A las 10:21 la cámara se enfoca en lo que está pasando dentro de la garita. Se alcanza a ver la silueta de dos hombres y de un momento a otro el impacto de una bala que pega en una de las rejas que cubren la garita. Los dos hombres que están adentro se agachan al sentir el impacto.Pasan los minutos, el fuego aumenta y en el patio la batalla entre guardias y detenidos se prolonga hasta poco después de las once de la noche cuando logran controlar el lugar. Después se sabría que el guardia que estaba en el sitio, rompió el vidrio con la culata de su fusil y saltó desde ocho metros de altura para evitar ser quemado vivo.