Hacia el final de los tumultuosos años 80, los bombazos y los magnicidios llevaron al país al borde del precipicio. Muchos llegaron a considerar a Colombia un estado fallido, con un rosario de atroces crímenes a cuestas. En esa historia de violencia, un doloroso capítulo se escribió el 27 de noviembre de 1989, cuando una bomba que estalló en pleno vuelo acabó con la vida de 107 personas a bordo de un avión de Avianca. Ese atentado ha sido usualmente atribuido a la violencia narcoterrorista del Cártel de Medellín. Después de la tragedia, los familiares de las víctimas crearon una fundación para buscar justicia, y consiguieron que el caso fuera declarado en 2009 como de “lesa humanidad”. Sin embargo, una versión periodística publicada en los últimos días en el diario El Espectador expone los cabos sueltos de las investigaciones, y cuestiona que aquella tragedia haya sido en realidad un atentado. La investigación del diario sostiene que sí se presentó una explosión dentro de la aeronave, pero recoge elementos probatorios que podrían llegar a concluir que posiblemente esta no fue provocada por un explosivo, sino por las fallas ya reportadas en la bomba de gasolina de esos aviones.  Esa hipótesis no cayó bien entre los familiares de los fallecidos. "Están jugando con todas las víctimas, reviviendo todo este episodio tan lamentable", dijo a Semana.com Andrés Ávila, cuyo padre abordó aquel vuelo a Cali. La misma semana en que las omnipresentes imágenes de la tragedia del avión en que viajaba el equipo Chapecoense reavivaron sus más dolorosos recuerdos, los familiares han tenido que lidiar con los nuevos cuestionamientos a la hipótesis del atentado narcoterrorista. La situación las llevó a emitir un comunicado expresando su malestar por considerarse revictimizados. "Yo subí a la loma el día que estaban recogiendo a los pasajeros, entonces cómo me viene a decir que una persona no fue explotada de la manera como los explotaron si quedaron destrozados", afirma Claudia Cañón. Los familiares, agrupados en la Fundación Colombia con Memoria, recuerdan las razones por las cuales las autoridades consideraron que efectivamente se trató de un atentado terrorista, y que no se originó en una falla mecánica. Entre otras, aseguran que esa hipótesis ya se había contemplado y había quedado desvirtuada; que fueron hallados explosivos; que existen pruebas testimoniales; que los entonces llamados Extraditables se atribuyeron el atentado y que el avión había recibido la revisión técnica previa al inicio del vuelo. “Es claro que un avión cuando sufre una falla mecánica nunca cae verticalmente como sucedió con el avión de Avianca, esto demuestra que tuvo una explosión y muchas otras pruebas que a través de los años vienen mostrando que fue un atentado terrorista”, asegura David Vargas, otro de los portavoces de Colombia con Memoria.