SEMANA: Usted intervino en el Encuentro sobre la Protección de Menores en el Vaticano de forma clara, contundente. Ahora bien, de lo que se dijo y definió, ¿qué tanto vamos a ver en la Iglesia colombiana, en muchos casos silenciosa, renuente y hasta cómplice, si se quiere, de esos lobos vestidos de sotana? Monseñor Rubén Salazar: En Colombia estamos viviendo un proceso de creciente conciencia sobre este problema. Hasta hace pocos años no éramos conscientes de que en el país se presentaban estos casos y de que había que denunciarlos, por una parte, y reparar a las víctimas, por otra. En 2010 y 2011 estuvo como invitado monseñor Charles Jude Scicluna de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que se encarga de los abusos, y hablamos de este problema. Fue el primer campanazo fuerte. SEMANA: ¿Y el segundo? M.R.S.: Después, a medida que los casos afloraron, fuimos viendo la gravedad del problema, y que no estamos exentos de una situación estilo Estados Unidos o Chile. La conciencia ha ido, poco a poco, creciendo hasta llegar a lo que pensamos hoy. Como dije en Roma, la Iglesia en Colombia tiene que ponerse en máxima alerta. Hay que denunciar los casos que se presenten, reparar a las víctimas, y tomar las medidas necesarias para prevenir cualquier tipo de abuso. SEMANA: ¿Cuántos casos de abusos de menores tienen ustedes registrados en Colombia? M.R.S.: No tenemos estadística ni cifras claras. En contexto: El papa Francisco convoca reunión de obispos de todo el mundo para tratar los casos de abuso sexual SEMANA: La Fiscalía habla de 80 casos. M.R.S.: Justamente, uno de los problemas que tratamos en Roma fue el de la necesidad de tener estadísticas precisas y claras, porque en la inmensa mayoría de países la Iglesia no las tiene. Uno de los temas que vamos a tratar en la próxima asamblea de la Conferencia Episcopal es cómo construir esas cifras. Los obispos tendrán que reportar todos los casos a la Conferencia. Ahora bien, solo en Bogotá tenemos 12 casos de abusos, y en toda Colombia podríamos hablar de más de 100. Si está suscrito y quiere leer el artículo completo haga clic en este enlace, sino registrese aquí.