Casi cinco años han pasado desde aquella noche del viernes 19 de agosto del 2011, día en que en extrañas circunstancias fue asesinado el menor de edad Diego Felipe Becerra en la calle 116 con avenida Boyacá de Bogotá. Allí departía con un grupo de amigos y minutos después encontró la muerte a manos de Wílmer Alarcón, un patrullero de la Policía que le habría disparado.Este lunes se escribió un nuevo capítulo en esa triste historia. La jueza 19 de conocimiento de Bogotá, avaló el preacuerdo firmado por los patrulleros de la policía Freddy Navarrete y Nelson Rodríguez Castillo con la Fiscalía, luego de varios años de dilaciones en el proceso.Según las evidencias, fueron ellos los que alteraron la escena del crimen e hicieron creer que el joven llevaba consigo un arma de fuego con la que supuestamente había asaltado un bus horas antes.Por esto, la funcionaria judicial le impuso una condena de 48 meses de prisión (cuatro años) para Freddy Navarrete, mientras que Nelson Rodríguez fue sentenciado a 56 meses (cuatro años y cinco meses).El perdónLos uniformados también aprovecharon el momento para pedirle perdón a Gustavo Trejos y Liliana Lizarazo, padres del joven grafitero.“Cómo bien es cierto, es mi obligación como persona pedir excusas públicas. Incurrí en irregularidades por presiones de mis subalternos. De corazón pido disculpas”, dijo el patrullero Fredy Navarrete.Por su parte, Nelson Rodríguez expresó: “Yo también quisiera darle disculpas a los padres de Diego Felipe. En nombre de la Policía Nacional, de la cual a la fecha sigo suscrito, por la desafortunada muerte de su único  hijo. Es una situación que nadie la quisiera pasar”.Aun con este avance en el proceso judicial, los padres de Diego Felipe Becerra están seguros de que por lo menos tres policías de alto rango faltan por ser vinculados a este caso que destapó uno de los capítulos más oscuros de la Policía Nacional