Aunque el acuerdo de paz firmado con las Farc en 2016 prometió aminorar la violencia, en Colombia persiste un conflicto entre guerrillas, paramilitares, narcotraficantes y agentes estatales que en más de 60 años supera los 9 millones de víctimas. Ni el confinamiento que rige desde marzo para frenar la pandemia ha podido contener el derramamiento de sangre. Autoridades locales y oenegés han alertado sobre un deterioro de la seguridad y los crímenes ocurridos, muchos de ellos rodeados de impunidad y silencio.