Una noche, Erick estaba en casa con su esposa, a punto de dormir. Los dos estaban de espaldas el uno al otro y cuando Erick se quedó dormido, su mano se abrió lo justo para que el teléfono se deslizara de la mano y cayera al suelo. Cuando cayó, él despertó y tenía la palma de la mano como si siguiera sosteniendo el celular. Esto lo hizo reflexionar sobre cómo sería la vida si no existieran estos dispositivos. Para lograr su objetivo convocó a amigos y familiares para que posaran sin sus celulares. Las imágenes son impactantes. Luego del experimento, los participantes reflexionaron sobre su relación con la tecnología y cuestionaron si esta influye de forma positiva o negativa.