Mientras la justicia colombiana aún no termina las maltrechas investigaciones por la corrupción de Odebrecht, la Fiscalía tiene en sus manos otra bomba de tiempo: el caso de la superpoderosa Cemex. Esta columna conoció en primicia la explosiva matriz de colaboración de Édgar Ramírez, exvicepresidente de Planeación de la compañía, quien hoy es testigo protegido en Estados Unidos. El documento revela la escandalosa estrategia corrupta de la empresa para expandir su poder en el negocio del cemento y el concreto en Colombia, a través de la financiación de campañas, coimas y sobornos. Ramírez asegura que se acercaron al Gobierno de Juan Manuel Santos a través del programa de viviendas gratis, y menciona con nombre propio al exvicepresidente Germán Vargas y a Carlos Jacks, ex director ejecutivo de la multinacional en Bogotá. El dosier tiene varios capítulos, uno de ellos se llama ‘Campañas’ y es muy explícito: Édgar Ramírez: “En la reelección de Santos se entregó un millón de dólares a diferentes partidos, a través de varias empresas de Cemex”. Relacionado: Vargas Lleras le responde a Vicky Dávila Esa era la estrategia para evitar que el dinero para la reelección de Santos llegara en bloque en una cifra estruendosa. De hecho, fue el aporte más grande de la multinacional a una campaña presidencial en Colombia, y se concretó en la segunda vuelta con la autorización de quien se desempeñaba en 2014 como CIO de Cemex en el mundo. La poderosa cementera estaba jugada por Santos. Los aportes se concretaron en una reunión en el hotel Marriott en Bogotá a la que asistió Ramírez, quien asegura que la plata se envió a la campaña de reelección bajo la coordinación de Carlos Manuel Pulido, quien después fue nombrado embajador en Guatemala, y con la aprobación de Roberto Prieto, hoy preso Según el testigo, el dinero se entregó así: Cemex Colombia giró 200 millones de pesos al Partido de La U, 700 millones a Cambio Radical y 700 millones más al Partido Liberal. La U también recibió 500 millones de pesos de Cemex Transporte, para un total de 2.100 millones de pesos. Las relaciones de Cemex con el Gobierno Santos empezaron desde su primer mandato. Así consta en este documento confidencial. Según Ramírez, en 2012 Cemex apoyó al entonces ministro de Vivienda, Germán Vargas. De Carlos Jacks resalta su amistad con Vargas y afirma que era “el contacto con el Gobierno central, a través del Ministerio de Vivienda, Findeter, gobernaciones, alcaldías y el Fondo de Adaptación”. Este ítem se llama ‘Viviendas de interés social’ Cemex construyó casi 8.000 viviendas gratis en el país. De acuerdo con la versión de Édgar Ramírez, el testigo que colabora con la Justicia de Estados Unidos y la Fiscalía de Colombia, la empresa “ganaba” los contratos a través de uniones temporales constituidas para cada proyecto. Como el que hicieron en Pereira con Juan Carlos Gaviria, hermano del expresidente César Gaviria. También puede leer: Dejen hablar al Ñoño Édgar Ramírez: “Cemex constituía uniones temporales con socios recomendados por los funcionarios públicos; a ese socio se le hacía entrega de las utilidades y participaciones especiales y ese socio hacía el manejo de dinero donde Cemex no intervenía directamente”. Ramírez sostiene que las millonarias coimas y sobornos eran pagados por algunos socios para que Cemex no dejara un rastro delictivo. También inflaban el precio de las tierras, como ocurrió en Montería donde un lote costó 300 millones de pesos y fue facturado en 3.000 millones. La ganancia se utilizaba para abrir el camino a punta de coimas y sobornos, y lo que restaba era para el socio de cada proyecto. Aquí, el testigo es enfático en que el mexicano Esteban Ruiz Benoit fue fundamental. En Cemex estaban convencidos de que Germán Vargas sería el próximo presidente de Colombia y por eso se la jugaron toda en la financiación de la reelección. Édgar Ramírez: “El aporte se veía como una inversión debido a que, de ganar la reelección Santos, Vargas Lleras sería el vicepresidente y asumiría la responsabilidad de los proyectos de vivienda e infraestructura del país a donde Cemex quería entrar; y lo más seguro era que sería el próximo presidente de Colombia, con lo que Cemex quedaría en una posición privilegiada frente al Gobierno y los proyectos que ejecutaran en vivienda e infraestructura en los siguientes años”. Al ganar la reelección, Cemex empezó a ver que su ‘inversión’ daba frutos, dice el testigo. Opinión: El rompecabezas Édgar Ramírez: “De hecho, cuando Santos ganó la reelección, Cemex era invitado a las reuniones de proyectos de vivienda e infraestructura que se hacían en la Vicepresidencia de la República. Carlos Jacks era quien se reunía directamente con los políticos de la época para obtener información privilegiada sobre la contratación”. Por lo menos es curioso que Jacks se haya convertido en un intocable de la fiscalía de Néstor Humberto Martínez. Édgar Ramírez, prófugo de la justicia de Colombia, cita documentos, correos, recibos de pago y muchos nombres de colombianos poderosos, y de altos ejecutivos de Cemex mexicanos y colombianos. Estos son apenas dos capítulos del entramado de corrupción de Cemex. Lo que está por explotar en Estados Unidos, México y Colombia no es menos escandaloso. Mientras tanto, esperamos las explicaciones de Juan Manuel Santos, Germán Vargas y la multinacional. Vienen nuevas revelaciones.