Por: Cristina CastroSEMANA: Regresa a Colombia en un momento definitivo en el que el país se está jugando el rumbo de su futuro. ¿Cómo ve esta carrera por la presidencia?Íngrid Betancourt: Yo la veo con mucha esperanza, la verdad, aunque sé que aquí los ánimos pueden parecer muy caldeados y se siente mucha polarización. Pero siento que Colombia elige de una baraja de candidatos muy buenos.SEMANA: ¿Buenos en qué sentido?Íngrid Betancourt: Viviane Morales, por ejemplo, es una mujer brillante con dimensión estatal. Humberto de la Calle es extraordinario, más brillante imposible. Germán Vargas estudió conmigo en el colegio, lo conozco muchísimo, es un hombre muy trabajador, muy buen candidato. A Sergio yo le propuse que estuviera en mi lista de Oxígeno. Lo quiero y lo admiro mucho. Petro estuvo conmigo en el Congreso y me parece que fue el mejor senador. A Iván Duque no lo conozco personalmente, pero cuando lo oigo hablar me parece muy preparado. Yo creo que hace mucho que los colombianos no teníamos el lujo de elegir gente muy buena. Realmente podemos pausar y pensar qué es lo más importante para Colombia en este momento, qué es lo que realmente hace la diferencia.Puede leer: El tono de Ingrid, por Rodrigo PardoSEMANA: ¿Y qué haría la diferencia?Íngrid Betancourt: Para mí dos cosas. Por un lado, lograr proteger el proceso de paz, es decir. Los colombianos hoy en día vivimos una vida diferente porque las Farc se desmovilizaron. La gente puede hablar de otras cosas y eso es un sueño de una generación. Esto que vivimos es nuestro tesoro, nuestro capital y es lo que no podemos dejar ir. Por otro lado, me parece que es necesario analizar a fondo las propuestas económicas de los candidatos. Yo creo que la paz y la economía son los temas sobre los cuales tenemos que tener las antenas muy abiertas y escoger con mucho cuidado porque queremos que Colombia siga prosperando. La paz necesita que Colombia progrese económicamente. Pero yo quisiera que tuviéramos la libertad de diseñar el futuro económico de Colombia por fuera de dogmatismos, por fuera de ideologías.SEMANA: ¿Siente, como muchos colombianos, que el país se está debatiendo entre la extrema izquierda y la extrema derecha?Íngrid Betancourt: Claro. De eso se trata la polarización. Pero pienso que Colombia hoy se puede dar el lujo de escoger dentro de ese menú de candidatos, lo que realmente se adecue a este momento.SEMANA: ¿Cómo ve un eventual regreso del uribismo al poder?Íngrid Betancourt: Si hay un riesgo de que eso signifique acabar con el proceso de paz, me parece grave. Pero, creo que estamos todos de acuerdo en que no hay reversa, y de que queremos es mejorar lo que hay. Entonces, creo que si hay cambios esto tiene que enmarcarse en un diálogo y un respeto frente a lo que ya se ha hecho. Yo también creo que se necesitan esos cambios. Pero creo que esos cambios no pueden ser para alimentar el odio y la venganza. Nadie quisiera que el país volviera a los años negros donde les cortaban la cabeza a las personas por pensar diferente y jugaban fútbol con ellas.En contexto: "Apoyo el Sí, aunque en mi caso no habrá justicia": Ingrid BetancourtSEMANA: ¿Qué cambios necesita el acuerdo de paz?Íngrid Betancourt: Cada cual tiene su receta. No hay paz ideal, y cada quien piensa distinto sobre lo que esa paz significa. Pero lo ideal no es tampoco lo posible. Por eso, tenemos que pensar cuál es la mejor paz para Colombia dentro de lo posible. Esta elección va a ser sobre eso, sobre cuáles son los ajustes que se tienen que hacer. No puede nunca ser una reversa para el proceso de paz. A mí en lo particular me parece muy importante llamar a las víctimas, obviamente. Creo que en ese punto se puede mejorar lo que hay. Creo que la verdad tiene que ser un debate que nos importa a todos. Y esa discusión no se puede dar a puerta cerrada.SEMANA: ¿Usted estaría dispuesta a participar en las diligencias de la Jurisdicción Especial para la paz para construir esa verdad?Íngrid Betancourt: Sí. Y creo que en mi caso, hay cosas que se tienen que saber porque se reconstruyeron los hechos a conveniencia de criterios políticos del momento y yo nunca tuve la oportunidad de relatar esos hechos como yo los viví. Es importante para que Colombia, en el caso mío, y en el caso de muchas otras víctimas, pueda revisar no las emociones, no las perspectivas, no las sensaciones, sino lo que pasó realmente. A partir de ahí que cada cual saque sus conclusiones. Creo que eso es algo que se le debe al país y se le debe a las víctimas.SEMANA: Si existiera un escenario como el que se planteó de las curules para las víctimas en el que usted pudiera llevar una vocería, ¿pensaría en regresar?Íngrid Betancourt: Lo reflexionaría, y sí.
SEMANA: El país acabó de vivir la primera jornada electoral en la que las Farc se midieron en las urnas. ¿Qué piensa de la exigua votación que tuvieron?Íngrid Betancourt: Yo creo que las Farc no se han sintonizado con el país. Es decir, esto es un proceso también para ellos que vivieron 60 años en la selva. En cierto modo, ellos vivían en un país imaginario, lleno de contradicciones. Ahora tienen que entrar a hablarle a una población que los está juzgando por todo lo que hicieron en el pasado. Las Farc tienen que encontrar una vía de comunicación con Colombia y encontrar también una plataforma política moderna para el país que es Colombia hoy. Ellos van a aprender mucho del Congreso, de lo que son las reglas de la democracia, de sacar un proyecto, de presentarlo, de buscar mayorías, de dar los debates, de hacer control político. De ahí van a salir liderazgos. Tener la posibilidad de tener a este grupo pensando en cómo hacer reformas por la vía democrática y no imponiendo su ideología por la vía de las armas, es un logro extraordinario.Puede leer: "Le suplico a Colombia que abrace esta oportunidad de la Paz": Ingrid BetancourtSEMANA: ¿El caso de Jesús Santrich puede poner en peligro el proceso?Íngrid Betancourt: Al contrario. El caso de Santrich es positivo para el proceso porque se están poniendo a prueba dos cosas. Por un lado, la capacidad de la justicia colombiana de hacer cumplir los acuerdos sobre unos hechos posteriores a la firma y unas reglas de juego acordadas. Si esos hechos son ciertos, y se prueba que Santrich estuvo vinculado a ese tipo de negociaciones con el narcotráfico en México, se trataría de una conducta criminal y tiene que ir a la cárcel. Por otro lado, es interesante ver cómo los comandantes de las Farc han aceptado esa situación. Esto habría podido ser una excusa para decir: “nos incumplieron, nos devolvemos para la selva”. Y no pasó. Eso demuestra que el proceso está hecho para aguantar altas temperaturas. Lo que está pasando con Santrich desmiente uno de las mayores críticas al proceso y es la impunidad.Le sugerimos: ¿Qué impacto tiene la captura de Jesús Santrich en el proceso de los Acuerdos de Paz?SEMANA: ¿Cree que él debería ser extraditado?Íngrid Betancourt: Si le prueban los hechos, sí. Realmente el precio que hemos pagado con colombianos por estar vinculados a la red vial del narcotráfico es demasiado alta.SEMANA: ¿Cree que el Gobierno ha cumplido con su parte en los acuerdos?Íngrid Betancourt: Yo creo que han cumplido más las Farc que el Gobierno. Pero el Gobierno ha hecho todo lo posible. Lo que pasa es que hay un problema de tiempos y de realidades económicas. Pero lo que sí siento es que hay una genuina y honesta intención de cumplir de parte y parte. Y que por eso el proceso sigue en pie.Le podría interesar: "A veces tuve rabia con Dios": Ingrid BetancourtSEMANA: Estos son los últimos meses del gobierno de Juan Manuel Santos, quien cierra con una baja popularidad. ¿Cómo evalúa usted ese gobierno?Ingrid Betancourt: Yo creo que cuando pasen los años y pasen los siglos en la historia de Colombia va a quedar un hombre, Juan Manuel Santos, el hombre que firmó la paz. Eso es algo que no debemos menospreciar y que no debemos olvidar. Ahora, Colombia sigue siendo Colombia. Hay muchas cosas que tenemos que reformar y en particular la corrupción. La paz nos quita el ruido de la guerra que no dejaba ver lo catastrófico para un país como Colombia que es tener un sistema establecido a través de la corrupción.SEMANA: ¿Va a votar en las próximas elecciones? Íngrid Betancourt: Sí, voy a votar, claro. SEMANA: ¿Qué siente al regresar al país? Íngrid Betancourt: Estoy muy feliz de estar en Colombia y muy orgullosa de ser colombiana. Cuando hablo de Colombia en el exterior, siento que la conversación ha cambiado. Antes se hablaba del narcotráfico, de la guerra. Hoy hablan de un proceso de paz y de que quieren venir a visitar a mi país. Siento que hemos dado un paso adelante. Vea acá la conversación de Ingrid Betancourt con Jorge Orlando Melo en la Feria del Libro de Bogotá.