La selva del Amazonas brinda al planeta la sexta parte del agua dulce. Una de las mayores amenazas que hoy la roodean es la explotación minera. En los últimos años, la Amazonía ha perdido el 17% de su bioma.En el corazón del Amazonas convergen los ríos Guaviare, Inírida y Atabapo. Los unión de los tres forma la corriente del imponente río Orinoco, cuya longitud alcanza los 2140 kilómetros. En conjunto estos torrentes de agua son la estrella fluvial de Inírida, que abarca 253 mil hectáreas de territorio.A pesar de que en julio del 2014 este lugar fue declarado como Ramsar, es decir un lugar protegido para preservar el agua, la extracción de arenas negras, coltán y de fauna silvestre está poniendo en jaque a este complejo de la naturaleza. No en vano hoy durante todo un día de pesca, si se está de suerte, se pueden recoger cinco o seis peces, mientras que en el pasado en tres horas podían recogerse hasta 20.Para leer más puede ver: El corazón de una selva herida y la amenaza minera