Doménica Ortiz Navarro -dice su madre-, era una joven estudiante de sicología llena de esperanzas. A sus 19 años apenas comenzaba su carrera universitaria, cuando al regresar a su casa, ubicada a 25 kilómetros de Quito vía Guayllabamba, un accidente de tránsito cegó su vida. Hoy sus padres visten de luto y llevan sus cenizas en un dije color plata. Este accidente de tránsito en el que murió Doménica no solo es un golpe del que su familia se levanta a diario, sino que está a punto de convertirse en un incidente diplomático internacional por cuenta de una orden de captura expedida por Interpol contra María Belén Moreno. Ella, una médica de 28 años, conducía la camioneta que embistió a la joven estudiante de frente en un hecho que se investiga como un accidente de tránsito. Lo que sucedió después del choque la noche del 3 de septiembre aun es un enigma para la justicia. Pero las partes se trasladaron a Colombia y dieron su versión a este medio de comunicación sobre el dramático caso, cuyo veredicto final tendrá que darlo un estrado judicial. En entrevista con Semana.com, María Belén Moreno aseguró que tras el choque no se enteró que hubiera una persona sin vida en el otro vehículo; explicó que fue su jefe -que venía en otro carro- quien la logra sacar de la camioneta en la que viajaba y la llevó a la Clínica Internacional por las contusiones que tenía y por el golpe en la boca que le hizo perder varios dientes. Dice que tuvo una fractura en la mandíbula. Puede leer: Un accidente de tránsito la convirtió en una de las mujeres más buscadas de EcuadorLa familia de la joven, por su parte, cuestiona las acciones de María Belén y asegura que manipuló los hechos para evadir una prueba de alcoholemia, que de haber resultado positiva la habría llevado a una cárcel en Ecuador de inmediato. Los padres, Johanna Navarro y Francisco Ortiz, acusan a la mujer de haber huído del lugar del accidente sin esperar la ayuda médica ni cerciorarse siquiera del estado de salud en el que estaba su hija.Según el relato de los padres, María Belén llegó caminando a la clínica Internacional, donde en el acta de ingreso dejó constancia que viajaba como copiloto del vehículo accidentado. "Se dictaminó sus propios exámenes entre los cuales no está ninguna prueba de sangre con lo que se habría podido determinar si tenía algún grado de alcohol", dicen. Subrayan que ella misma se da de alta del centro hospitalario.“No puede ser que no haya dado la cara, que no haya ofrecido disculpas y ahora desde la clandestinidad en otro país pretenda decir que fue solo un accidente. No murió un animal, era un ser humano”.Pasaron varios días después de la muerte de su hija para que Johanna y Francisco asumieran el control de la situación. Ya para ese momento, María Belén había sido llamada a declarar y explicó que el accidente había sido consecuencia de un desperfecto mecánico. “Un informe pericial –dicen los padres- revela que no hubo tal desperfecto mecánico y que la camioneta invadió el carril izquierdo irrespetando el límite de 50 km por hora. La camioneta impacta, la devuelve 20 metros y la sube a un muro de 80 centímetros. ¿A qué velocidad iba?”, cuestionan.Le recomendamos: "La extradición no es de la justicia transicional"Si María Belén iba en estado de alicoramiento es un agravante en su proceso que le podría traer consecuencias en Ecuador como doblarle o triplicarle la pena a la que se enfrenta. Y aunque el tema debe ser determinado por la justicia, el copiloto que acompañaba a la médica en su vehículo declaró que salieron de una celebración de la empresa después de haber bebido “cerveza, whisky y ron”. Esta versión es cuestionada por María Belén quien asegura que su acompañante fue presionado a declarar en su contra. Incluso, hace un señalamiento que terminó siendo determinante para un fallo que impartió la justicia colombiana sobre este caso: dice que tal grado de persecución en su contra se debe que los padres de la joven víctima son familiares de la Viceministra de Justicia de Ecuador, Karla Benítez Izurieta. Esta condición -dice Moreno- les permitió que por primera vez se expidiera una Circular Roja de Interpol para ser detenida en cualquier parte del mundo y tramitar una orden de extradición por un accidente de tránsito. Su rostro -cuestiona María Belén- aparece en la lista de los diez más buscados de la provincia ecuatoriana de Pichincha. “La difusión de Circular Roja de Interpol, la pide la Policía y la solicita el juez, no nosotros. Si hay un parentesco con la viceministra sí, porque es prima en segundo grado de mi hija. Debo hablar de Karla Benítez como una excelente funcionaria pública, ella no mancharía su nombre, su carrera, no pondría en riesgo su profesión, su trabajo. En nuestro país en ninguno de poderes judiciales hay injerencia. No sé de qué tráfico de influencias habla esta persona”, manifestó Johanna Navarro. La madre de la joven agregó que María Belén en su condición de médica escogió qué exámenes permitían que le hicieran; mintió al ingreso a la clínica diciendo que iba de copiloto y huyó cuando le fue dictada la orden de detención. María Belén llegó a Bogotá hace tres meses, según dice en su entrevista, porque su abogado y el juez del caso le dijeron que no había garantías para ser juzgada con imparcialidad. Al mediodía del domingo 29 de enero, cuando salía en bicicleta con su esposo, varios agentes de la Dijín y de la Interpol la interceptaron al frente del hospital de Suba, le leyeron la circular roja y la llevaron detenida a la Estación de Policía de Los Mártires.Un trámite de extradición puede tardar usualmente hasta 6 meses por lo que fue enviada mientras tanto a la cárcel El Buen Pastor. Sin embargo, un inusual Habeas Corpus resuelto a su favor en el Consejo de Estado la dejó en libertad antes de lo pensado, bajo el compromiso de presentarse cada semana en Interpol y de no salir del país.Para el magistrado, es claro que hay una situación de indefensión que obliga a que la sala unitaria dicte una decisión con enfoque de género que ayude a superar ese estado y permitir que conserve su libertad hasta tanto el Estado colombiano agote el procedimiento de definir si hay lugar a la extradición a territorio ecuatoriano. “En Colombia, por regla, general, el delito culposo se puede investigar con la libertad del sindicado”, dice. El magistrado asegura que no se puede pasar por alto, que según María Belén hay una persecución en su contra por parte de una familia que tiene relación con una alta dignataria en Ecuador. “Me sorprende que esta señorita consiga a través del Habeas Corpus, que fue negado en primera instancia, que se le conceda su libertad. Y que un magistrado del Consejo de Estado en persona se acerque a hacer que se ejecute”, indica Johanna, quien explica que tiene información acerca de que María Belén fue sacada de la estación a la madrugada por un magistrado auxiliar. “No somos mala gente, lo único que queremos es justicia”, indica Francisco y niega que estén persiguiendo a María Belén por vías no legales. Ellos dicen que lo único que buscan es que responda ante la justicia de su país. María Belén, por su parte, pide ser procesada por garantías por algo que a cualquiera le puede pasar como lo es un accidente de tránsito.Lo cierto es que este drama por cuenta de la muerte de una joven los tiene a todos en Colombia, esperando una respuesta de las autoridades que les ayude a comenzar a ponerle fin a este capítulo. La justicia decidirá si por primera vez se extradita a una persona por un accidente de tránsito a Ecuador.