Los días que vinieron después de que el No ganó el plebiscito fueron quizás los más duros del gobierno de Juan Manuel Santos. Quizás no hay ningún documento que recoja tantos detalles sobre lo que sucedió como el libro de la periodista María Jimena Duzán, ‘Santos: Paradojas de la paz y el poder’. La columnista de SEMANA tuvo acceso a detalles inéditos de lo que se vivió tras bambalinas en el marco de los acuerdos de paz. Uno de esos episodios tiene que ver con la díficil conversación que el gobierno sostuvo con Álvaro Uribe y los representantes del No.  Nicolás Montero y Carolina Cuervo narran este capítulo del libro que hoy lidera las ventas en las librerias del país. Se trata de una historia llena de detalles y momentos claves de la cruzada de Uribe por modificar los acuerdos y la negativa de las Farc de aceptar los cambios en el punto de la participación política. -No estoy de acuerdo en aceptar que en Colombia hay un conflicto, comienza Uribe después de discutir con Santos la supuesta persecusión de su gobierno al exministro Andrés Felipe Arias. Después del incómodo momento, el hoy senador procede a manifiestarle su inconformidad con el hecho de que a la desmovilizada guerrilla se le permita negociar su desarme a su antojo, cuando sus crímenes deberían ser tratados por la justicia ordinaria. Puede ver: El día que Pablo Escobar se reunió con Pablo CatatumboLa elegibilidad política de la guerrilla fue en ese momento la manzana de la discordia. Tanto, que Santos fue capaz, en un último intento, de llamar a Humberto de la Calle, quien estaba en La Habana para preguntarle que por las posibilidades de que las Farc cedieran en este tema.