La percepción de inseguridad y violencia tiene preocupados a los caleños, la pelea entre Rastrojos y Urabeños por el control del narcotráfico en el Pacífico ha desatado una guerra a muerte y la capital vallecaucana sigue ocupando los primeros lugares entre las ciudades más violentas del mundo. Con más de 80 asesinatos en el último año, solo en el área metropolitana de Cali, Gennie Alberto Moreno Valencia, alias Búho, se convirtió en uno de los hombres más temidos en el Valle. Tener en promedio dos muertos por semana, lo hacía más sanguinario que sus antiguos jefes, los hermanos Comba, o cualquier otro integrante de Los Rastrojos. Al Búho no le temblaba la mano. Ordenó la masacre de 20 personas en una finca del Valle donde asesinó a varios miembros de su organización que le robaron un dinero. Además, seguía al pie de la letra los homicidios que le sugería una pitonisa que hacía parte de su banda y que lo orientaba en sus asuntos personales. En su determinación por controlar la capital vallecaucana Búho estuvo detrás del asesinato de dos personas en el centro comercial Palmetto Plaza en el sur de la ciudad, y otras dos en el centro comercial Chipichape, en el norte, ambos hechos el 28 de febrero de 2013. Además, las investigaciones de las autoridades revelaron que también fue él quien ordenó la conocida masacre en la discoteca Barra la 44 el 8 de noviembre de 2013 en el oriente de Cali, donde murieron ocho personas, cuando un sicario entró al lugar disparando sin piedad contra todo aquel que tuviera una camisa blanca, pues era la única referencia que le dieron para realizar el ‘trabajo’. También era el terror de los abogados. A comienzos de 2013 ordenó que a plena luz del día varios de sus sicarios ingresaran a la oficina de Eduardo Antonio Almario y su hijo Daniel Alejandro en pleno centro de Cali, los asesinaran usando pistolas con silenciador y posteriormente los ataron de pies y manos. Tiempo después ordenó la muerte de un hombre del Inpec, guardián de la cárcel Villanueva, por el supuesto trato que este les daba a algunos de sus hombres de confianza que estaban presos. En los últimos años Búho controlaba el narcotráfico en el Pacífico, pero empezó como gatillero de los Comba en el 2003. Nació en una humilde familia de Anserma, Caldas, pero su precaria situación económica lo llevó al Valle y lo acercó a Los Rastrojos, a quienes les administró las oficinas de cobro en el norte del departamento y el eje cafetero. En 2007 adquirió experiencia en el combate al liderar un grupo que peleaba rutas del narcotráfico con la guerrilla en Tumaco y dos años más tarde fue capturado en Cali. Sin embargo, los Comba se encargaron de sacarlo de la cárcel y enviarlo a México, donde se convirtió en el principal enlace con los narcotraficantes de ese país. A finales del 2012 regresó a Colombia y se refugió en Risaralda, desde ahí controlaba sus negocios en el Valle del Cauca y daba las órdenes para cometer los crímenes en Cali. A diferencia de sus exjefes, a quienes consideraba unos "sapos", no estaba dispuesto a colaborar con los ‘gringos’ (Escuche audios). En varias conversaciones interceptadas, 'Búho' dice que su guerra es contra los sapos, los que se arrodillan ante los gringos y que su grupo armado no es de gamines, sino de hombres con ideales, que no extorsionan a la población civil porque "el negocio es otro" (refiriéndose al narcotráfico). Asegura que tienen que convencer a la población civil y a la Policía de que no son unos delincuentes del común, e incluso habla de un comunicado que distribuirán en centros comerciales y en todos los barrios de Cali en los que tienen control. "No pertenecemos a ningún grupo. Somos hombres valientes y peleadores que luchamos por ideales, nuestro negocio no es extorsionar población civil, como hacen Los Uras y otros grupos... Yo si sé lo que es liderar un grupo armado, de eso sí sé y de hacer la guerra, mucho más...", decía. Un grupo especial de la Dijín de la Policía lo capturó a finales del año pasado y hace unos días fue pedido en extradición por Estados Unidos. El seguimiento de una camioneta que registraba una de las direcciones donde vivía la esposa del Búho en Cali, fue clave para encontrar la finca en la que se escondía, muy cerca de Pereira. El último fin de semana de octubre las autoridades alquilaron una residencia campestre cercana al lugar y desde allí monitorearon la casa vecina donde permanecía la camioneta y en la que se veían varios hombres armados. Dos días después un carro salió del lugar y al llegar a un retén, la Policía identificó a Gennie Alberto Moreno, Búho, a pesar de que presentó una cédula falsa con el nombre de Jhonyer Andrés Martínez, en la que se registraba otra edad y otro lugar de nacimiento. Minutos después la Policía realizó el allanamiento de la finca y allí capturaron a uno de sus escoltas e incautaron armas de fuego de largo y corto alcance. El hombre de 35 años se encuentra detenido en la cárcel de Jamundí y sin duda su captura fue un duro golpe para las bandas criminales que operan en el Valle del Cauca. A pesar de que uno de los sicarios más temibles de los últimos tiempos ya está preso, Cali aún permanece en el centro de una gigantesca batalla a muerte por el control de las rutas del narcotráfico en el Pacífico.