“Que se enteren que no pueden coger Uber, solo amarillito. Que escuchen ahí que no pueden coger ningún blanco, que vamos a ir a romper los blancos”. “Póngale cuidado. Estoy mirando a ver si me colaboran para que entre una y media a dos de la mañana ir a despelucar los blancos. Miremos en qué sitio están, vamos, los ubicamos, los sacamos, dediquémosle todos los días una horita a eso y verán que ellos dejan de estar molestándonos.”. El anterior es un fragmento de una conversación el pasado 11 de abril entre dos taxistas por una frecuencia abierta, la cual fue escuchada por centenares de conductores y pasajeros. En la charla los taxistas básicamente acuerdan realizar ataques contra los ‘blancos’, algunos de los cuales usan la conocida plataforma Uber. El objetivo no solo es intimidar a los propietarios de esos vehículos, sino también a los usuarios para que únicamente utilicen los ‘amarillitos’, los taxis tradicionales. El asunto podría parecer menor y una sencilla conversación entre taxistas indignados por los llamados Uber. Sin embargo, el tema ha tomado otros ribetes y de las palabras y amenazas en redes sociales se ha pasado a graves actos de violencia. En la última semana al menos cuatro conductores y pasajeros de carros ‘blancos’ han sido atacados por grupos de taxistas. La más reciente de esas acciones ocurrió el viernes pasado cuando varios taxistas cercaron y golperon uno de estos carros blancos en el centro de Bogotá cuando transportaba desde el aeropuerto a un turista mexicano que no salía de su asombro por lo que ocurría. Tres días antes, un ataque similar quedó grabado en un video en el cual se observa una decena de taxis amarillos que cercan a un carro blanco cerca de la calle 72 con carrera Séptima en el nororiente de la capital. Dos de ellos atacan a patadas y piedra el vehículo al que le rompen el vidrio trasero y luego escapan. Ese mismo día, unas horas antes, una mujer que conducía otro de esos carros blancos se salvó milagrosamente de correr la misma suerte tras ser rodeada por taxis amarillos, pero su angustioso llamado de auxilio quedó grabado en audio. Desde finales del año pasado los colombianos, y en especial los capitalinos, han visto crecer el debate entre los gremios de taxistas que se oponen al uso de plataformas, especialmente Uber, que ofrecen un servicio de transporte premium que ha tenido una gran acogida entre los usuarios. La presión de los taxistas y las amenazas de bloquear la ciudad hicieron que, para tratar de lidiar con el tema y evitar paros, altos funcionarios del gobierno, entre ellos la ministra de Transporte, Natalia Abello, se comprometieran el pasado 12 de marzo con los gremios de taxis a no legalizar Uber. Ocho días más tarde, en una reunión entre representantes de ese ministerio, el de Tecnología, y la Superintendencia de Transporte y taxistas de varios lugares del país, algunos funcionarios les trataron de explicar las alternativas que el gobierno está buscando con respecto al tema de las plataformas tecnológicas. En el debate surgieron algunas iniciativas como crear programas de delación y conformar redes de informantes para buscar transportadores ilegales. Para muchos de los que asistieron a la reunión ese tipo de afirmaciones se convirtió en una patente de corso para, como si se tratara de grupos de justicia privada, salir a las calles a ‘cazar’ Uber como ocurrió la semana anterior. El asunto llegó a tal punto que incluso algunos de las víctimas ni siquiera usaban la plataforma Uber y simplemente fueron atacados por tener vehículos blancos. El tema claramente se le está saliendo de control al gobierno y de no llamar a la calma a los taxistas y tomar medidas que reglamenten de una vez por todas el tema de las plataformas es posible que haya una tragedia.