El estigma de la violencia y el narcotráfico ha marcado la imagen de Colombia en el mundo. Ahora, en el plebiscito del 2 de octubre, los colombianos tienen la oportunidad de transformar para siempre esa idea y comenzar a ser percibidos como gente generosa, audaz, optimista y racional, afirmó a Semana.com el periodista y escritor británico John Carlin. “Colombia está en el punto de mira del planeta como no lo ha estado en mucho tiempo, quizá nunca. Hay un interés y una esperanza. En un momento bastante oscuro para el mundo, existe la esperanza de que Colombia se convierta en un punto de luz ante tanta oscuridad”, explica el afamado periodista, de paso por el país con ocasión de la firma del acuerdo final entre el Gobierno y las FARC. “Una esperanza de que ante tanta irracionalidad, Colombia al menos nos dé un ejemplo de racionalidad, de cordura, un poco de esperanza en la humanidad en este momento”.Le puede interesar: ¿Qué significa para EE. UU. la firma del acuerdo de paz? Carlin es un experto en conflictos y procesos de paz que suele escribir sobre política internacional. Ha forjado su reputación con reportajes de largo aliento sobre temas que van desde la masacre entre hutus y tutsis en Ruanda hasta la reconciliación sudafricana, pasando por el acuerdo de Viernes Santo en Irlanda de Norte, entre otros. Hoy convertido en reportero trotamundos del diario El País de España, fue el corresponsal en Sudáfrica del diario inglés The Independent entre 1989 y 1995, los años clave en la transición que llevó a Nelson Mandela al poder. Es el autor, entre otros, de El Factor Humano, el libro que inspiró la película Invictus, protagonizada por Morgan Freeman y dirigida por Clint Eastwood.Le recomendamos: Tragedia de Bojayá: perdonar o no perdonar “Reducir la cuestión trascendental, histórica, del plebiscito a una especie de competición entre Santos y Uribe es absolutamente absurdo. Estamos hablando aquí del futuro del país, del bien común”, afirma Carlin. “Hay que pensar mucho más allá de las personalidades de Santos y Uribe a la hora de votar”. No duda en responder que el plebiscito es el momento definitorio en cuanto a la percepción que el resto del mundo va a tener de Colombia, y considera un ridiculo monumental que se rechazaran los acuerdos por los que la comunidad internacional ha apostado con tanta decisión. “Se habla también mucho de que decir que Sí en el plebiscito es traicionar a los muertos”, concluye. “Bueno, entiendo ese argumento, pero yo respondería que votar No en el plebiscito es traicionar a los vivos y a los que están por nacer”.