Este martes el procurador Alejandro Ordóñez conversó con María Jimena Duzán acerca de los resultados de su reunión con el presidente Juan Manuel Santos y su defensa del debido proceso en el caso del magistrado Jorge Pretelt. Frente a la pregunta de si el jefe del Ministerio Público se subió al ‘tren de la paz’, Ordóñez afirmó que no hay colombiano que no esté de acuerdo con ese propósito, pero asimismo, considera que la paz no se debe alcanzar a cualquier precio.   “El acuerdo no puede ser entre la élite del gobierno y la élite criminal de las FARC porque eso no tendría legitimidad. Hay que blindar el pacto para la paz jurídica y políticamente, eso significa que no haya impunidad, que se haga un desmantelamiento del aparato militar de las FARC y que la reparación a las víctimas se cumpla. Lo que se firme en La Habana debe poder cumplirse y para eso debe quedar bien hecho. En este proceso los sacrificados no pueden ser los militares, deben tener unas garantías mínimas", sostuvo Ordóñez. Acerca de los hechos de corrupción que involucran al magistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt, el Procurador fue enfático en afirmar que hay que pedir que la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes actúe prontamente para determinar la responsabilidad de Pretelt y en caso de ser culpable debe recibir la condena que corresponde. “Por mandato constitucional, como Procurador, debo defender los derechos de todos los colombianos y brindarles garantías. No se puede sacrificar el derecho al debido proceso, sea para Pretelt o cualquier otro. Para eso es la institucionalidad, para que actúe como debe ser, que no funcione es otro problema. No se pueden avasallar los derechos de nadie, ni siquiera de los responsables de la comisión de delitos. Si estuviera otra persona en mi lugar, debería asumir la misma actitud”, resaltó el Procurador. A  las críticas a su posición frente al matrimonio homosexual, el aborto y la adopción de niños por parejas del mismo sexo, el procurador respondió que sus conceptos personales no interfieren con el mandato constitucional que debe cumplir. Para el procurador, hay un claro límite, el cual no sobrepasa, entre lo personal y sus doctrinas jurídicas. Asimismo, se arrepiente públicamente de no haber sido lo suficientemente eficaz en la lucha contra la corrupción en algunas de las entidades del país y sostiene que quiere usar los últimos años en el cargo para dar golpes sustanciales en corporaciones territoriales del país donde no ha llegado la Procuraduría. Tweets por el @Semanaenvivo.