A menos de cinco semanas para la firma de la paz en Colombia el Gobierno, las FARC tienen pendientes varios puntos clave de la agenda: destrabar el regreso a Cuba por la crisis en La Guajira, la dejación o entrega de armas, definir la refrendación de los acuerdo por plebiscito o por una Asamblea Nacional Constituyente, el cese al fuego, las zonas de ubicación y la definición de los magistrados del tribunal especial para la paz. Lo que ocurrió el pasado jueves en Fonseca lo llamó el negociador del gobierno Humberto de la Calle como proselitismo político armado. El ruido de esta nueva crisis para el proceso de paz que llevan adelante el gobierno y la guerrilla de las FARC desde hace más de tres años significa una violación a las reglas de juego y a los viajes autorizados para hacer pedagogía sobre la paz. De acuerdo con Humberto De La Calle el Gobierno había autorizado una serie de visitas por parte del equipo negociador de las Farc en La Habana a los campamentos para enseñar y explicar los acuerdos alcanzados, pero sin la presencia de hombres armados y sin contacto con la sociedad civil. Para el Gobierno, señaló De La Calle, una de las premisas fundamentales de los acuerdos es hacer política sin armas y en esa medida, lo que hicieron las Farc fue una violación inaceptable. Al parecer, durante la visita, los líderes guerrilleros entregaron volantes a los pobladores en lo que estarían promoviendo la Asamblea Nacional Constituyente para refrendar los acuerdo de Cuba. Esta situación la denunciaron miembros del partido Centro Democrático que aseguraron que las FARC estarían autorizados por el Gobierno para realizar dicha actividad. Los panelistas señalaron que más allá de la visita de las FARC a la Guajira esto suscita la pregunta de cómo van a hacer políticas estos líderes cuando entremos en una etapa de posconflicto. Lo observaron desde la óptica de la actitud que tiene el grupo guerrillero de hacer política y también observar la oportunidad de cómo van a organizar a sus ejércitos y guardaespaldas para que no ocurra lo que pasó con la Unión Patriótica. Señalaron además que el pacto que se realizó esta tarde en la Casa de Nariño con el presidente Juan Manuel Santos tuvo como objetivo, de acuerdo con Clara López, hacer un “compromiso tácito donde se van a respetar los acuerdos en el proceso de la legislación”. También resaltaron que más allá del apoyo de la bancada uribista en este tipo de procesos no todos van a estar de acuerdo, lo importante, resaltó Claudia López, es que todos los colombianos entre julio y diciembre sean veedores del proceso para ver si sí fueron todas las partes capaces de hacer las reformas que la paz necesita. Las opiniones encontradas terminaron con un apretón de manos entre Carlos Holmes Trujillo y Clara López invitando a los guerrilleros a un gran encuentro nacional de nunca más utilizar las armas para la acción política.