La noche del viernes 31 de marzo, la avalancha que se precipitó sobre Mocoa pasó a pocos metros de la finca de Andrés Mauricio Guerrero. El hombre tuvo el olfato suficiente para anticipar la magnitud de la tragedia que se aproximaba, por lo que alcanzó a salir de su casa para buscar refugio junto a su familia. El mar de lodo apenas crecía, por lo que su casa apenas se inundó.Al regresar, y luego de secar las cosas, faltaba uno de sus nueve perros. Rex, un pastor alemán de 12 años, al que dieron por perdido hasta el miércoles, quinto día después de la tragedia que enlutó a todo Colombia.Le sugerimos: Los últimos habitantes de los barrios más afectados de MocoaMientras Rex estaba desaparecido, cuenta el intendente José Arroyave, del grupo de guías caninos de la Policía de Carabineros, se vistió de héroe. Caminando sin rumbo por los escombros, y gracias a su instinto, descubrió a una mujer de avanzada edad que gracias a este pastor alemán pudo ser rescatada. "Es el instinto de cuidar que caracteriza a los pastores alemanes el que hizo de Rex un héroe canino”, relató el policía.El perro fue descubierto por los jóvenes activistas de la causa animal que recorren las que eran las calles de Mocoa al rescate de animales abandonados. Lo llevaron al improvisado albergue que la Policía de Carabineros les ayudó a instalar en el parqueadero de la villa deportiva, a un costado del campo de fútbol en el que hasta tres veces ha aterrizado el helicóptero que ha traído al Presidente de la República.Consulte: Mocoa: cinco días después de la avalanchaEn aquel albergue, Gisela Ospina, una joven voluntaria que desde el día de la tragedia ha dedicado su tiempo a la búsqueda de animales en todos los barrios afectados, dice que han sido 90 perros y 27 gatos los que se habían rescatado hasta el miércoles. “Muchos lo perdieron todo, su hogar, sus amos fueron arrasados por la avalancha”. Dice con satisfacción que 4 de las mascotas han podido ser entregadas a sus amos.Pero no solo eso. También recorren los barrios para donar alimento y agua a los animales de los damnificados sobrevivientes, que por las circunstancias por las que atraviesa la capital del Putumayo no pueden comprar el concentrado.Ángela Hidalgo, veterinaria de la Universidad de la Amazonía, es de Mocoa pero vive en el Caquetá, y tras conocer la noticia de la avalancha, el sábado en la mañana, su amiga Rosa Guerrero, de la fundación Arca, le preguntó si se encontraba en la ciudad y le comentó la labor que venían haciendo de rescatar los animales. Empacó una maleta y llegó a la capital del Putumayo.Puede leer: Mocoa reza por sus víctimasEsta joven es una de las doctoras de la brigada que recibe y atiende a los perros y gatos que rescatan los voluntarios y los carabineros. Todos los que han llegado se encontraron en condiciones deterioradas, con problemas respiratorios, gastrointestinales, y todos con diarreas, cuenta Ángela. Allí los desparasitan, les dan alimento, y por redes sociales se trata de dar con el paradero de los amos. Se han acercado personas a reclamar perros pasándose por sus verdaderos propietarios, pero que la doctora dice que ha sido muy fácil descubrirlos en la mentira.Consulte: El improvisado puesto de solidaridad de una habitante de MocoaEl quinto perro devuelto a su dueño fue Rex. Este miércoles, en el albergue, el intendente Arroyave se lo entregó a Andrés Mauricio. El pastor alemán al que daban por desaparecido, regresó a su casa, tras haber ayudado a salvar una vida.