Fernando Carrillo fue elegido procurador general de la nación el 27 de octubre de 2016. Solo un mes y medio después, el 9 de diciembre, le presentó su carta de renuncia a la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo, donde trabajó durante un año. Conocí la misiva y pienso que definitivamente Carrillo está impedido para conocer sobre cualquier proceso en el que tenga intereses Sarmiento, el hombre más rico de Colombia. La carta entre líneas es reveladora: “Muy apreciado doctor Luis Carlos: Permítame en primer lugar agradecerle el haberme dado la oportunidad de estar a su lado durante estos últimos meses contribuyendo a la consolidación de proyectos de su organización, claves para el desarrollo de nuestro país (…)”.