Las dos mujeres se contoneaban al son de un agitado ritmo. Con sensuales movimientos rodeaban a un hombre, que disfrutaba la cercanía de las voluptuosas y bellas bailarinas, ataviadas con diminutas faldas. Mientras ellas iban de un lado al otro en lo que parecía ser una pista de baile, los acordes de la música eran opacados por momentos por los gritos y aplausos de los asistentes.Todo esto no tendría nada de raro, si se tratara de una fiesta de despedida de soltero o una alegre celebración en algún sitio público. Sin embargo, las escenas descritas ocurrieron en un lugar en el que pocos podrían imaginar que se pueda observar semejante espectáculo: una cárcel.El insólito hecho ocurrió en la cárcel de Leticia. Se trata de uno de los penales con mayor hacinamiento del país y donde los reclusos están en deplorables condiciones. Tanto así, que no hay médico, ni psicólogo, ni trabajadoras sociales ni almacenistas que velen por las condiciones dignas de los internos. El hacinamiento es tal que dobla la capacidad de ese establecimiento carcelario.Lo increíble es que las directivas, si bien eran conocedoras de esa realidad, no tuvieron reparo alguno en acondicionar un lugar dentro del penal de esa ciudad fronteriza, para realizar alegres fiestas en las que, incluso, participaban garotas.Semana.com tuvo acceso a un video que documentó una de las tantas fiestas de este estilo que allí se realizan. Dichas actividades, que no son un secreto para nadie, son llamadas “eventos”.El protagonista del video es el actual director encargado del penal, Carlos Alberto Riveira, y quien regularmente ocupa el cargo ante la constante rotación de las directivas. En la grabación se observa cuando el funcionario, vestido con su uniforme del Inpec, baila rodeados por las garotas, tradicionales bailarinas en el vecino Brasil por su elaborado y diminuto vestuario, así como su encendido baile.Si bien es cierto que la alegre fiesta no ocurre en los patios o corredores donde están los internos, el hecho sí despertó indignación, pues consideran que la sede administrativa donde aconteció la danza no es el lugar adecuado para este tipo de espectáculos, que el director ha denominado como un “bailecultural”.Aunque los hechos ocurrieron hace un año, el video solo se conoce hasta ahora. Parte de la explicación tiene que ver con el inconformismo de muchos de los funcionarios del penal, quienes no comparten las actividades y políticas del director.Semana.com se comunicó con Riveira, que explicó lo sucedido. Contrario a lo que advierten las fuentes, el funcionario dijo que el baile ocurrió hace más de tres años y confirmó que sí se hizo en una sala de esparcimiento de la guardia. Pero en una segunda llamada Riveira se acordó que el baile fue hace un año.Cuando se le preguntó por qué portaba el uniforme del Inpec, dijo que fue sorprendido con la celebración pues era su cumpleaños. “Creo que fue la primera vez que ocurrió. Es el esparcimiento de los trabajadores y no tiene nada que ver con los internos”. Según él, esto ocurrió cuando se desempeñaba como asesor jurídico.Más allá del espectáculo, serán las autoridades disciplinarias del Inpec o Procuraduría las que deberán evaluar si la fiesta con las garotas, constituye algún tipo de falta y da lugar a una sanción. Semana.com se comunicó con un alto cargo del Inpec en Bogotá, que apenas musitó: “delicada la cosa”.