En México hay dinero del narcotráfico en los equipos de fútbol. Eso dijo Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del extraditado narcotraficante colombiano Gilberto Rodríguez Orejuela en el diario El Universal de México. A propósito de este tema, Rodríguez explicó, además, cómo era la influencia de su padre en el América de Cali en los 80 y 90. Sobre México dijo que en ese país hay narcotraficantes lavando dinero por medio de los equipos de fútbol, “comprando jugadores con transacciones oscuras donde hay cuentas en Bahamas, en los paraísos fiscales y por ahí están lavando el dinero”. Según explicó, compran jugadores que valen 2 millones de dólares, pero dicen que valieron 20 y así legalizan 18 millones de dólares. Rodríguez explicó que los equipos Cruz Azul y América de México “son los dos equipos que aquí en Colombia, y a nivel de los narcotraficantes, se habla de que lavan dinero con el equipo, que hay dinero del narcotráfico en ellos”. A propósito de esa relación entre el narcotráfico y el fútbol, hizo una descripción de lo que hizo su padre en las décadas de los 80 y 90, cuando pertenecía al cartel de Cali. Según dijo, esa organización se caracterizó por darles dinero a los árbitros para que pitaran favoreciendo al América de Cali, equipo que compró su tío Miguel Rodríguez Orejuela en 1979. Recién hecha la compra, este narcotraficante contrató a exitosos jugadores como Julio César Falcioni, Hernán Darío Herrera, Roberto Cabañas, Pedro Sarmiento, Ricardo Gareca y Aurelio José Pascuttini. “Entonces conformó un equipo casi invencible que se paseó todos los estadios de Colombia no solamente con sus grandes jugadores, sino con el dinero que había producto del narcotráfico, el cual también influyó en ciertos resultados cuando empezaron a pagarles a los árbitros dinero para que favorecieran al equipo", explicó Rodríguez en su entrevista con El Universal. El hijo del narcotraficante describió que "el dinero corría a raudales. Era dinero del narcotráfico el cual, como ustedes saben, era mucho. Y muchos de los grandes árbitros de Colombia se dejaron tentar de este dinero, tenían un emisario que era uno de los árbitros profesionales que era incondicional con la familia Rodríguez y de nombre Hernán Velasco. Éste árbitro, en el año 2000, fue sacado por hombres armados de una discoteca y nunca más volvió a aparecer en el ámbito nacional, ni internacional y todavía su cuerpo no lo han encontrado". Por esa influencia del dinero del narcotráfico, dijo Rodríguez, fue que el América de Cali ganó muchos campeonatos, pues, como el cartel tenía influencia en la Federación Colombiana de Fútbol, los dueños del equipo sabían con anticipación quién sería el árbitro días antes de los partidos y le enviaban a un hombre con el dinero para negociar. Según dijo, los tentáculos del cartel también abrazaron la Copa Libertadores, aunque fue más de dificultad. "Yo sé que en la Copa Libertadores fue bien difícil, pero había una persona muy amiga de ellos en la Confederación Sudamericana que fue Teo Figosalinas, mientras él estuvo el América de Cali fue tres veces subcampeón de la Copa Libertadores”. La manera como cautivaban a estos árbitros, de acuerdo con su testimonio, era pagarles hospedaje en el hotel Intercontinental de Cali y darles regalos. Y recordó que "en el partido América de México contra América de Cali se invitaron a estos árbitros a un restaurante y se les atendió, se les dio todo el trago que quisieron y quedaron muy contentos". Después de eso, el partido fue bastante cómodo para el América de Cali. El partido quedó 2-1 a favor del equipo colombiano, según le dijo Rodríguez al diario El Universal de México. Pese al poder del narcotráfico, Rodríguez recuerda que las cosas cambiaron cuando Joao Havelange fue nombrado presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, porque desde cuando llegó, dijo que “América nunca iba a quedar campeón mientras él fuera presidente de la Federación... porque era un grupo de narcotraficantes y él sí lo dijo abiertamente a toda la opinión pública”, según contó. Rodríguez explicó que el América de Cali no fue el único en manos de los narcotraficantes, sino también el Atlético Nacional, que tenía influencia de Pablo Escobar, y Millonarios, cuyo dueño era Gonzalo Rodríguez Gacha, ‘el Mexicano’. Con esos antecedentes, actualmente hay equipos de segunda división que "buscan un mecenas, como les dicen aquí en Colombia, y son personas narcotraficantes que no quieren aparecer, pero que son los que ponen el dinero, inyectan el dinero para que un equipo pueda subir a la primera división. Eso está pasando en el 2008, en el 2009", denunció Rodríguez en ese medio mexicano.