Con el objetivo de atender los puntos críticos viales que ha dejado la segunda temporada de lluvias en municipios como Santa Rosa de Cabal, Quinchía, Guática y Dosquebradas, que pertenecen al departamento de Risaralda, el gobernador Víctor Manuel Tamayo Vargas lideró un Consejo Departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, en el que decretó una nueva calamidad pública.
El mandatario indicó que para nadie es un secreto la fuerte ola invernal por la que está atravesando el país y que el departamento que él orienta no es la excepción, pues se han generado una serie de dificultades en materia de comunicación terrestre.
“Son muchas las vías terciarias y secundarias que se nos están afectando por las lluvias, con una capacidad limitada de respuesta de parte nuestra y de los alcaldes, en virtud a que se ha venido haciendo inversión en esas dificultades. Por lo tanto, hemos tomado la decisión de decretar la calamidad pública que nos permita ser ágiles en la intervención y poder ayudarle a nuestros alcaldes frente a esta temporada que tanto nos está afectando”, expresó Tamayo Vargas.
Con relación a esta situación, la coordinadora departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, Diana Carolina Ramírez Laverde, recordó que el país está atravesando por la segunda temporada de lluvias del año y que, según el Ideam, los municipios de Apía, Balboa, La Celia, Mistrató, Pueblo Rico y Santuario se encuentran en alerta roja ante la probabilidad de deslizamientos de tierra.
Por su parte, Guática, Pereira, Quinchía y Santa Rosa de Cabal están en alerta naranja, al igual que los ríos Otún y Risaralda, ante la posible ocurrencia de crecientes súbitas.
Para decretar la calamidad pública se revisaron dos temas, expresó la coordinadora: “el primero de ellos es la afectación por la segunda temporada de lluvias en el departamento, especialmente el sector vial donde se hace una socialización por parte de la Secretaría de Infraestructura, quien recomienda al Consejo Departamental de Gestión del Riesgo hacer la declaratoria”.
Resaltó que también se estudió el retorno a la normalidad de la declaratoria de calamidad pública que había sido tomada en octubre del año pasado a través del Decreto 904, mediante el cual “se revisó el plan de acción que se tenía para esta situación y se definieron qué puntos debían quedar en el de retorno a la normalidad”.
La funcionaria hizo un llamado a los organismos de socorro de esta zona del Eje Cafetero para que estén atentos ante cualquier eventualidad que se pueda presentar y alertar oportunamente a las comunidades si se registra una emergencia.
En este sentido, las recientes lluvias habían generado el cierre de la vía Cachipay-Balboa, debido a un deslizamiento de tierra, el cual ya fue removido con la utilización de maquinaria amarilla. La recomendación para la ciudadanía es la de transitar con precaución, porque los taludes están saturados de agua y pueden presentarse nuevos desprendimientos.
La Corporación Autónoma Regional de Risaralda, Carder, reitera el llamado a los habitantes del departamento para que tome precauciones ante esta temporada de lluvias. Entre estas están:
- Asegurar muy bien techos, tejas y láminas de zinc, y en general los objetos que podrían ser arrastrados por la fuerza de vientos intensos, asociados a vendavales.
- Revisar, ajustar, cambiar o limpiar los techos, canales o canaletas para evitar inundaciones en las viviendas
- Evitar que el lecho de los ríos y canales se llene de sedimentos, troncos o materiales.
La Carder expresó su preocupación por la intensidad del fenómeno de La Niña y extendió el llamado a la prevención en terrenos que puedan desencadenar un derrumbe o movimiento de masas, provocando inconsistencias en obras inconclusas, inadecuados manejos del suelo o aguas lluvias, que posteriormente se detonen con el aumento de las precipitaciones.