Los familiares y amigos del jefe de guardas de tránsito de la Terminal de Transportes de Pereira, Eduardo Arlés Chávez Restrepo, han elaborado carteles y lo buscan angustiosamente desde el pasado viernes 28 de octubre que se registró su desaparición. Las autoridades empezaron las averiguaciones con sus conocidos para determinar sus posibles movimientos y por eso se dirigieron a un sitio que habitualmente es alquilado por él, aunque no es su lugar de residencia. Allí no encontraron a Eduardo, pero sí el cadáver de una joven caldense que era buscada desde ese mismo día en la ciudad de Pereira.
El misterio es la constante en todo lo que sucedió con Laura Manuela Grueso Osorio, una mujer de apenas 19 años de edad que fue hallada sin vida dentro de una cabaña de la vereda La Esperanza en el municipio de Dosquebradas, Risaralda. La Policía Nacional se encontraba en la búsqueda de Eduardo tras la denuncia de sus conocidos, pues desde el pasado 29 de octubre, que se comunicó con un compañero de trabajo, no se volvió a saber nada de él.
En medio de las investigaciones se pudo establecer que el guarda de tránsito desaparecido tenía alquilada una cabaña sobre la variante La Romelia-El Pollo, una vía que sirve como alternativa para el desplazamiento entre Pereira y Dosquebradas, una localidad que cuenta con un gran número de empresas, pero sin necesidad de pasar por la capital risaraldense.
Al llegar a este sitio, pidieron permiso al encargado para abrir la puerta de la cabaña, pues algunos vecinos advirtieron que del lugar salía un olor muy desagradable. Una vez que estaban adentro, los uniformados observaron varias botellas de licor vacías y que aparentemente no se encontraba nadie en el interior del alojamiento. Sin embargo, les llamó la atención una habitación que estaba cerrada con candado por lo que procedieron a abrirla y encontraron un cuerpo sin vida que estaba cubierto con una cobija.
Decidieron esperar al personal del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía General de la Nación para que adelantara la inspección técnica del cadáver, pero nunca se imaginaron la sorpresa que se iban a llevar, pues aunque en un inicio se pensó que el cuerpo encontrado en alto grado de descomposición era el de Eduardo Arlés, finalmente pudieron determinar que se trataba de una mujer.
Los análisis posteriores hicieron posible establecer que se trataba de Laura Manuela Grueso Osorio, una joven de 19 años que fue vista con vida por última vez ese mismo viernes 28 de octubre a las 2:00 p. m., cuando salió de su casa en el barrio Villa Santana de Pereira y dijo que se iba a encontrar con un amigo para después ir a comer.
De ella se sabe que contactó a sus familiares ese día viernes y que también hizo algunas publicaciones en redes sociales el sábado 29; aunque su última conexión en WhatsApp se dio el domingo 30 de octubre a la 1:00 a. m.
También se pudo conocer que varias personas que habitan cerca de la cabaña donde fue hallado el cuerpo vieron ingresar a la mujer con Eduardo Arlés al lugar el viernes 28 de octubre y se percataron de que más tarde llegaron otros dos hombres; aunque no se sabe cuándo salieron del lugar ni qué rumbo tomaron, por lo que se analizan las cámaras de seguridad de la zona. Solo se pudo conocer que el cuerpo de Laura Manuela no presentaba signos aparentes de violencia física.
Sus familiares esperan que se resuelva el caso rápidamente y que también aparezca Eduardo Arlés Chávez Restrepo, pues seguramente él tendrá información muy importante, la cual resultará clave para establecer con certeza qué le ocurrió a Laura Manuela, una joven oriunda del municipio de Belalcázar, Caldas, quien hace apenas tres meses había llegado a Pereira para vivir con su hermano.