La tragedia del bus 4077 de la Empresa Arauca deja muchos hogares rotos por la manera inesperada en la que sus familiares fallecieron en el sector La Cabaña, en la vía que comunica a las poblaciones de Pueblo Rico y Santa Cecilia en Risaralda, en los límites con el departamento del Chocó.
Una de estas familias afronta además el drama de que uno de sus integrantes sí viajaba en el vehículo siniestrado, pero la compañía de transportes no quiere reconocer que ella se encontraba allí, a pesar de que su cuerpo fue rescatado de entre los restos del automotor.
Se trata de Rossicella Murillo Valderrama, una joven estudiante de contaduría pública en la Universidad del Valle, quien para ayudarse con sus gastos trabajaba como manicurista en su tiempo libre.
Su hermana Karen le dijo a SEMANA que Rossy, como era conocida la víctima entre sus familiares y amigos, le pidió a su mamá que le comprara un tiquete para viajar al municipio de Istmina en el Chocó para pasar la temporada de navidad. Cuando su progenitora llegó a la oficina de Empresa Arauca en esta población chocoana hubo una confusión y le entregaron un tiquete para viajar el sábado 3 de diciembre a las 00:30 horas; cuando en realidad la joven tenía planeado su desplazamiento para el domingo 4.
Rossy se presentó en la Terminal de Transportes de Cali y explicó la situación para que por favor le cambiaran el tiquete. Posteriormente se comunicó con la familia para indicar que sí había podido realizar el trámite y que la iban a ubicar en el último puesto que tenía disponible el bus, pero al parecer todo fue de carácter verbal y nunca le entregaron un nuevo billete de viaje.
“Después de eso nos quedamos tranquilos porque había podido arreglar ese asunto. A las 12:24 de la noche se comunicó con nosotros y dijo que estaba a punto de salir el bus, fue la última vez que pudimos hablar con ella” indicó.
Karen dijo además que en la mañana se enteraron del accidente y se preocuparon mucho, por lo que su hermano mayor se fue a la Terminal de Transportes de Cali para preguntar por Rossy. Allí le dijeron que ella no había viajado en el bus accidentado, sino en otro que salió a la misma hora.
Mientras tanto Karen junto con otros familiares decidieron irse para Pueblo Rico, Risaralda, para averiguar si su hermana estaba entre las personas que resultaron heridas; pero cuando arribaron al sitio se dieron cuenta de que en realidad era muy alta la cifra de fallecidos, por lo que empezaron a temerse lo peor.
“No teníamos ninguna información y entonces nos regresamos a Istmina para ver si llegaba mi hermanita en cualquiera de los buses porque la empresa nos dio falsas esperanzas, pero eso nunca ocurrió. Pasaron varias horas y entonces recibí una llamada que me dejó fría, cuando una integrante de la Policía me preguntó si era familiar de Rossicella Murillo Valderrama y también si ella llevaba varios kits para el arreglo de uñas. Ahí me confirmó que lamentablemente era una de las víctimas mortales del bus” afirmó.
Karen dice que el dolor en su familia es inmenso y que aún no pueden creer que esta tragedia haya tocado a su puerta. No entiende por qué de la Empresa Arauca nadie los ha contactado y cuál es el motivo por el que siguen negando que su hermana sí estaba viajando en el bus que sufrió el percance.
Esta familia chocoana saldrá hoy a las 3 de la tarde con Rossy desde su casa del barrio Santa Genoveva de Istmina, para darle su último adiós en el cementerio La Ciudadela del Recuerdo en esta localidad. Ahora mismo están pidiendo ayuda para que los asesoren legalmente sobre este caso y lograr que la Empresa Arauca les responda.
“Rossy era una niña muy alegre y con demasiados proyectos para su vida. Le pedimos a la gente de la empresa que se pongan la mano en el corazón porque hay una familia destrozada, que admitan que mi hermana sí venía en ese bus. Ojalá que nunca más hagan con ningún viajero lo que le hicieron a ella” puntualizó.