Hay tristeza en Colombia por la muerte de 34 personas tras un deslizamiento de tierra que las sepultó mientras se movilizaban en un bus de servicio público por las carreteras del departamento de Risaralda. La cifra de víctimas mortales podría aumentar con las horas.
La tragedia empezó en la mañana de este 4 de diciembre cuando el vehículo se encontraba en el kilómetro 13 de la vía que une a los municipios de Pueblo Rico y Santa Cecilia, en el sector conocido como La Cabaña, paso obligado para llegar a Chocó.
Al menos 30 personas estaban embarcadas en el automotor que salió en la madrugada desde la terminal de transporte de la ciudad de Cali. En la lista de los ocupantes se lee que el destino eran los pueblos Condoto e Istmina, de donde muchos eran oriundos.
Un ciudadano captó con su celular la tragedia que hoy lamenta el país: grabó el momento exacto en el que la montaña se desprendió sobre un vehículo de servicio público. En las imágenes se detalla el instante en que la tierra comienza a ceder.
Eso ocurrió cuando tres automotores estaban enfilados para cruzar, ante la emergencia, empezaron retroceder para escapar del inminente deslizamiento.
Los tres carros y la motocicleta que resultaron sepultados se ven en la pantalla antes de ser cubiertos por la tierra y las piedras. La moto encabezaba el recorrido con dos personas a bordo, después estaba el bus y de último se encontraba el camión de color rojo.
Unas pequeñas porciones de arena anticiparon el incidente. En cuestión de 10 segundos se cayó la montaña entera. El estruendo del movimiento en masa y los gritos de las personas que estaban atestiguando el hecho dieron cuenta de la emergencia.
“Ay, Dios mío. Ay, Dios mío. Dios mío, por Dios”, dijo el hombre que registró con su teléfono la emergencia, en un tono de preocupación. Las imágenes ya no estaban sobre la peña, sino que se distorsionaron mientras se ponía a salvo a un lado de la vía.
El video ha circulado ampliamente en las redes sociales a razón de que pusieron en evidencia uno de los incidentes naturales que mayor complejidad ha traído en lo que va corrido de este año en Colombia, dado que son más de 32 personas las que quedaron sepultadas.
En más de quince horas, los organismos de socorro le han podido salvar la vida a nueve pasajeros: todos fueron atendidos de urgencia en el hospital local de Pueblo Rico y, según la gravedad de las lesiones, enviados a centros de mayor complejidad en Pereira.
También se confirmó la muerte de 34 ciudadanos. La primera en ser confirmada fue Saray, una niña de tan solo 8 años que se movilizaba en una motocicleta junto a otra persona. Ella alcanzó a salir con signos vitales del derrumbe, pero murió mientras era traslada al centro hospitalario de la localidad.
Con las horas, fueron apareciendo nuevos nombres, en la medida en que las lluvias permitían mover el material que cayó sobre la vía. Durante este domingo las tareas de rescate se realizaron de manera parcial por la amenaza del agua y nuevos movimientos.
A la lamentable lista se sumaron las identidades de Guillermo Ibargüen Arboleda, un hombre de 44 años que trató de esquivar el deslizamiento antes de quedar bajo él. Sacó por una venta a su hijo y, cuando trataba de salir por el mismo lado, fue sepultado.
Más tarde aparecieron los cadáveres de Samuel Elías Ayala Benítez de 20 años, quien se montó al bus que tenía como destino final al municipio de Condoto, en el departamento de Chocó, como el resto de los 31 pasajeros que se embarcaron en la ciudad de Cali.
En una página que cuelga sobre el coliseo de Pueblo Rico se leen más nombres. Esa zona fue adecuada por las autoridades locales como una morgue. En bolsas de color blanco guardan los cuerpos, mientras los preparan para las debidas inspecciones técnicas.
Kevin Yoel Lozano, Tibisay Salazar Riascos, Juan David Ruíz Mosquera, Mayerly Mosquera Mosquera, Kelly Johana Rodríguez y Jorge Luis González Victoria. Ahora bien, faltan los otros cuerpos por identificar, labores a cargo de la Policía Nacional y el CTI de la Fiscalía.
Andrés Guillermo Ibargüen Rivas logró escapar del deslizamiento tierra que sepultó al bus de servicio público en el que se movilizaba junto a otras 26 personas en el departamento de Risaralda. Entre lágrimas, relató el terror que enfrentó en la mañana de este domingo.
Él se montó en la madrugada en el automotor que salió de la ciudad de Cali con destino hacia Chocó. Una lluvia de piedras y material vegetal les frenó el paso cuando el carro se movía entre los municipios de Santa Cecilia y Pueblo Rico, a más de 4 horas de su destino.
En conversación con la emisora de Lloró Stereo, Ibargüen detalló que el conductor del automotor alcanzó a observar que la montaña se estaba desprendiendo. En consecuencia, tomó la decisión de retroceder para esquivar los elementos que estaban cayendo.
“Se estaba derrumbando una parte y el bus estaba un poco atrás. El señor del bus iba retrocediendo, cuando iba retrocediendo, se vino todo encima del bus”, relató el sobreviviente que está siendo atendido en una clínica de la ciudad de Pereira.
Él compartió el asiento del viaje junto a su padre. Ambos maniobraron para salir con vida del deslizamiento que cubrió completamente al vehículo, a la altura del kilómetro 17, en la vía que une al departamento de Chocó con los municipios del Eje Cafetero.
La víctima comentó entre lágrimas lo que vivió después de recibir los impactos de las piedras: “Yo estaba con mi papá al lado. Mi papá (llora) me ayudó a salir del bus por un huequito. Me tuve que tirar al barranco”, afirmó el hombre mientras lamentaba el dolor.
Sin embargo, cuando alcanzó a salir del automotor, el carro ya estaba bajo la tierra, por lo que su padre no pudo evacuar: “Cuando me tiré, ya se había tapado todo. Tuve que pasar cierta parte para que esas piedras no me cayeran encima”, concluyó el sobreviviente.
Luego se sentó en una parte del sector a observar el suceso que hoy lamenta el país. Los organismos de socorro tardaron en llegar. Él atestiguó cada segundo del incidente donde quedó atrapado su padre. Estuvo frente al deslizamiento hasta que lo montaron en una ambulancia hacia Pereira.