Hay angustia en el Eje Cafetero por la desaparición del sacerdote Darío Valencia Uribe, párroco de la Iglesia María Auxiliadora de Pereira. Un vehículo particular y una mancha de sangres son los elementos clave en la investigación de la Fiscalía.

El religioso fue visto por última vez el pasado 25 de abril en el templo que presidía y aseguró que se iba a reunir con una persona que, supuestamente, le iba a comprar una camioneta. Desde entonces, se desconoce su paradero.

Las alarmas se encendieron porque su teléfono fue apagado a tempranas horas del día, no acudió a un almuerzo que había agendado con otro cura y se ausentó de una eucaristía que tenía programada para las 3:00 de la tarde del mismo día.

La Diócesis de Pereira presentó la denuncia por desaparición ante las autoridades y, de inmediato, se desplegó un plan por todo el departamento para hallar a la víctima. Así lo informó monseñor Rigoberto Bermúdez, superior del padre.

“Estamos alarmados, muy triste. Todavía no hay ninguna certeza de qué es lo que ha pasado con el padre, con su vida y con su salud. Estamos esperando que todo llegue a feliz término y que el padre se encuentre con vida”, afirmó el jerarca.

SEMANA conoció que el automotor en el que se movilizaba Valencia Uribe, el mismo que estaba comercializando, fue hallado en un parqueadero del municipio de Viterbo, Caldas, ubicado a pocos kilómetros de la capital de Risaralda.

Sacerdote Darío Valencia Uribe, desaparecido en Pereira. | Foto: Suministrada a SEMANA.

Los investigadores de la Fiscalía encontraron en el automotor manchas de sangre, cuya procedencia no se ha podido establecer y se está a la espera del resultado de un examen forense que esclarecerá si es de una persona o de un animal.

Lo cierto es que ya hay serias pistas e hipótesis que conducirían a las autoridades hasta el paradero de los posibles responsables de la desaparición del sacerdote. De momento, hay total reserva en el proceso y se esperan resultados prontamente.

El secretario de Gobierno de Pereira, Jorge Mario Trejos, comentó que el cura no ha podido ser ubicado tras cuatro días de la desaparición, pero que los uniformados y detectives están atentos a cualquier indicio que los lleve hasta su paradero.

“Lo que nosotros sabemos es que ya hay sospechosos y esperamos que la Fiscalía avance en el proceso prontamente. Hay datos que no se pueden publicar porque están en reserva, pero ya hay avances”, afirmó el funcionario a SEMANA.

Las personas que tengan cualquier tipo de información sobre este caso de desaparición la pueden aportar a las siguientes líneas telefónicas del CTI de la Fiscalía en la ciudad de Pereira: 3515117 (extensión 61609) y 3205258798.