No se detienen las determinaciones de las autoridades de los departamentos que hacen parte de la zona de influencia del volcán Nevado del Ruiz, entre los que se encuentra Risaralda.
Una de las decisiones tiene que ver con la puesta en marcha de un plan de atención de emergencia para los productores pecuarios que están ubicados en las zonas de alto riesgo en ese departamento.
El secretario de Desarrollo Agropecuario, Juan Carlos Toro, indicó que se han analizado varias propuestas para buscar alternativas de protección para los animales y una de ellas fue la de movilizarlos y ubicarlos en albergues provisionales, alternativa que fue descartada.
“Nos dimos cuenta de que eso no es posible porque hay animales que están a 2.700 metros sobre el nivel del mar; si bajamos esos animales a 1.500 o a 1.000 metros los podemos afectar”, explicó el funcionario.
El proceso de preparación para la atención de estos seres incluye una solicitud al Gobierno Nacional para conservar el alimento en caso de que se registre caída de ceniza. “Le enviamos una carta al presidente de la República con copia a la ministra de Agricultura donde les solicitamos ensilaje, un procedimiento que se le hace al pasto para conservarlo durante mucho tiempo; mientras no se abra la bolsa, el ensilaje perdura años”.
Destacó que el censo adelantado en las zonas de influencia del volcán Nevado del Ruiz en Risaralda, arrojan que se tienen entre 120 y 150 animales de varios productores se pueden llevar a un albergue temporal.
Adicionalmente, con el ministerio de Agricultura y con el Instituto Colombiano Agropecuario – ICA, se definió que, para protegerlos de la caída de ceniza, los animales restantes se albergarán bajo techo en las mismas fincas, mediante un proceso conocido como estabulación fija.
“Entre las recomendaciones entregadas por parte de los técnicos de nuestra secretaría se encuentran el almacenamiento de agua y alimentación suplementario (ensilaje) para garantizar su bienestar” puntualizó Toro Castellanos.
Esta medida se suma a la declaratoria de calamidad pública que fue determinada por concepto favorable del Consejo Departamental para la Gestión del Riesgo, como medida preventiva.
Al mismo tiempo se adelanta el proceso de evacuación de 16 familias de la ciudad de Pereira y el municipio de Santa Rosa de Cabal, que están ubicadas en inmediaciones del Nevado, a quienes se les va a garantizar el alojamiento.
“La actividad sísmica es un tema que nos preocupa y máxime con los registros de los últimos días”, indicó el gobernador de Risaralda Víctor Manuel Tamayo Vargas.
La calamidad pública se declara teniendo en cuenta algunos criterios de los que habla la Ley, entre los que se encuentran la vida, la integridad personal, la subsistencia digna, la salud, la vivienda, la familia, los bienes patrimoniales esenciales y los derechos fundamentales económicos y sociales de las personas.
“Me perdonan; pero, si prefiero que actuemos de manera oportuna, porque creo que es mejor que exageremos en prudencia y no omitir decisiones que luego tengamos que arrepentirnos por no haberlas tomado” dijo Tamayo Vargas.
En Risaralda se han tomado otras medidas, entre las que se encuentran:
- Prohibición del ingreso de buses con turistas a los Termales.
- Conformación de una comisión accidental que determinará el aforo y la presencia permitida de personas en estos lugares.
- Realización del censo por parte de la secretaría de Desarrollo Agropecuario de Risaralda en la zona limítrofe el cual indica que hay presencia de más de 1300 bovinos, además de animales de compañía.
En Pereira ya se tienen afectaciones económicas por el nivel de actividad el volcán; en el caso del Aeropuerto Internacional Matecaña, se reportó una disminución del 30% de los viajeros que hacen tránsito por esta terminal durante la temporada de Semana Santa y el Bioparque Ukumarí habla de cancelaciones por parte de operadores turísticos que hicieron reservaciones con anterioridad.