El médico José Posada, asesor del Ministerio de Protección Social, explicó por qué las personas se vuelven consumidoras de drogas: el 42% de los factores determinantes del consumo corresponde al 'medio ambiente', que incluye las relaciones sociales y las normas legales. El 28% es un factor genético. Por tal razón, penalizar la dosis personal atacaría los estímulos del 'medio ambiente' para el consumo de drogas. Un nuevo concepto surgió en el Foro Semana “¿Sancionar o no la dosis personal?” realizado este jueves: restringir más la dosis personal de drogas, en vez de penalizarla. En esto coincidieron el ex Fiscal Alfonso Gómez Méndez y el ex secretario de Educación de Bogotá Francisco Cajiao, quienes junto con el senador Armando Benedetti fueron los críticos de la iniciativa del gobierno, que busca levantar la despenalización del consumo mínimo de droga. El ejemplo más claro de restricción es lo que pasa en colegios y universidades, donde el porte y consumo no están permitidos, señaló Cajiao. “Restringir más sin judicializar”, agregó. Por su lado, el viceministro de Justicia, Miguel Ceballos, anunció que el Gobierno presentará un proyecto de reforma constitucional para eliminar la legalidad de dosis personal. Con esto, un gramo no será considerada una dosis personal. También defendió la idea de crear “tribunales de tratamiento” de adictos que delincan, como en Chile, donde el 60 por ciento de los consumidores de cocaína comete delitos. El senador Juan Carlos Vélez , del Partido de la U, se mostró partidario de sancionar, no de penalizar, en concordancia con el proyecto de ley que radicó este miércoles para sancionar con trabajos comunitarios el consumo de drogas en lugares públicos. Para Vélez, es la misma medida que tomó el Alcalde de Bogotá con el consumo de alcohol. Las restricciones al tabaquismo son un referente que el senador considera apropiado. “En este momento, no es posible sancionar a un conductor drogado porque la única prueba sería un examen de sangre. Estamos poniendo en riesgo a mucha gente”, añadió. El gobierno, sin embargo, pareció más interesado en castigar el consumo. El senador Benedetti enfatizó que se trata principalmente de un problema de salud pública, que no se resuelve con cárcel. “Se utiliza el derecho penal para resolver todo tipo de problemas sociales”, dijo Gómez Méndez. Luz María Sierra, moderadora y editora general de Semana, llamó la atención sobre el posible efecto de la penalización en la congestión judicial. Francisco Cajiao argumentó que “no es un problema sólo de salud pública, porque muchos consumidores son ocasionales”. Y éstos no serían un problema. Para el gobierno, penalizar es una forma de enfrentar el hecho de que Colombia es hoy un consumidor de nivel medio. La conclusión general del Foro SEMANA es que el Gobierno tendría los votos para aprobar la penalización en el Congreso, pero todavía se encuentra construyendo los argumentos.