En la mañana de este lunes, 28 de octubre, un nuevo ataque contra la fuerza pública ocurrió en el municipio de Sucre en el departamento del Cauca. El violento hecho habría sido perpetrado por la guerrilla del ELN.
De acuerdo con las autoridades, el uniformado estaba de centinela en la estación de Policía de Sucre y justo cuando se encontraba ajustando el cierre perimetral fue atacado con tiros de fusil por cinco hombres.
El patrullero José Miguel Atehortúa Varela sufrió heridas de gravedad en el ataque y fue rápidamente llevado a un centro médico en el municipio. Lamentablemente, a pesar de los esfuerzos realizados por el equipo médico, no pudieron salvar su vida.
Su fallecimiento ha generado una profunda tristeza y conmoción en la comunidad, resaltando el sacrificio de aquellos que sirven en la fuerza pública y los riesgos que enfrentan diariamente.
Por su parte, el comandante del Departamento de Policía Cauca, coronel Giovanni Torres, dio detalles de lo que habría pasado y quienes estarían detrás del asesinato del patrullero, quien era oriundo de Tuluá, Valle del Cauca.
“Más que un hostigamiento, fue como un plan pistola, al parecer generado por el ELN. Recibimos apoyo en el municipio del Ejército y estamos preparando los trámites para realizar el traslado del cuerpo”, detalló el oficial.
Así mismo, el director de la Policía Nacional, general William Salamanca, condenó este hecho violento, “con la mayor vehemencia la acción criminal que segó la vida de nuestro patrullero José Miguel Atehortúa Varela durante el ataque a la estación de Policía de Sucre (Cauca). Nuestro abrazo de condolencia para su respetada familia”.
Y agregó, “hemos dispuesto de un equipo especial de inteligencia e investigación criminal para dar con el paradero de los asesinos y llevarlos ante la justicia”, dijo el alto oficial de la Policía.
¿Retaliación?
El asesinato del patrullero José Miguel Atehortúa Varela ocurrió en un contexto de creciente violencia y tensión en la región. Este trágico suceso se produjo apenas un día después de que el Ejército Nacional llevara a cabo la destrucción controlada de dos artefactos explosivos en Timba, una localidad cercana al municipio de Jamundí, en el departamento del Valle del Cauca. Este incidente fue precedido por reportes de disparos entre las fuerzas del orden y el frente Jaime Martínez, una de las disidencias de las FARC, lo que evidenció el clima de confrontación en la zona.
La situación se ha deteriorado considerablemente en los últimos tiempos, con un aumento notable en los ataques terroristas por parte de grupos ilegales. Este incremento en la violencia se ha intensificado especialmente tras el despliegue de la Operación Perseo en el corregimiento de El Plateado, en Cauca. Esta operación, considerada la mayor acción militar contra las disidencias de las FARC en años, busca recuperar el control de áreas que han estado bajo el dominio del Estado Mayor Central (EMC).
Más de 1.400 militares se han movilizado a la región con la finalidad de garantizar la seguridad de las más de 8.000 personas que residen en El Plateado. Este lugar ha sido históricamente un bastión para la facción del Estado Mayor Central de las Farc (EMC) liderada por alias Iván Mordisco, quien ha rehusado participar en negociaciones de paz con el Gobierno. La presencia militar es una respuesta a la creciente amenaza que representa este grupo, que continúa operando en un contexto de impunidad y violencia.
El Plateado se sitúa en el estratégico Cañón del Micay, un área crucial para las actividades de narcotráfico. Además de albergar cultivos de coca, la región forma parte de una de las rutas de salida de la droga que se trafica hacia el océano Pacífico.