Una intervención estatal determinaba las acciones que se llevaban a cabo en el Hospital San Jerónimo de Montería luego de los problemas financieros que hubo en el recinto. Así, al volver a la potestad de la Gobernación de Córdoba, este miércoles (24 de mayo) se posesionó la nueva junta directiva.
La gerente general será la profesional en Enfermería, María Marcela Arriola. Además de sus estudios en epidemiología, es especialista en Promoción y Prevención en Salud y máster en Ciencia en Salud Pública. Ha ejercido como docente en la Universidad de Córdoba por varios años y ahora asume un nuevo reto en la administración hospitalaria.
Llega para reemplazar a Raúl Herrera Chico, quien se desempeñó como gerente encargado mientras se oficializaba el fin del periodo de intervención por parte de Supersalud.
En rueda de prensa, la nueva directiva fue presentada por el gobernador cordobés, Orlando Benítez Mora. “Nuestro mayor compromiso es trabajar por sacar el Hospital adelante, garantizando siempre servicios de calidad a sus usuarios. El hospital es patrimonio de los cordobeses y lo vamos a proteger, a cuidar y a defender con total determinación”, indicó el mandatario.
No obstante, aunque ya el departamento tenga el control del San Jerónimo, Benítez no se mostró totalmente optimista. “No me cabe duda de que van a seguir molestando y afectando, siendo el palo en la rueda, para que siga la recuperación de los hospitales, aquellos que tiene conflictos de intereses con los negocios de la salud alrededor de la actividad política”, denunció.
Con el nombramiento de una nueva junta, se tienen dos desafíos principales: mejorar la situación financiera del Hospital y evidenciar un progreso en la manera en que se trata a los pacientes, pues es el centro de atención más importante del departamento.
Luis Fernando Pupo, secretario de Salud Departamental, también se pronunció tras la llegada de la nueva cúpula administrativa del Hospital y dijo que “hoy comienza un nuevo capítulo de este importante centro médico que la Administración Departamental prometió recuperar, fortalecer, proteger y potenciar para que todo esto se traduzca en bienestar para los cordobeses”.
Había sido devuelto a la Gobernación
Tras polémicas administraciones, una intervención exhaustiva y con una deuda que superó los 66 mil millones de pesos, el Estado decidió devolver a la Gobernación la autonomía para supervisar el centro de salud. Desde la capital de Córdoba, el superintendente de Salud, Ulahí Beltrán, anunció en su momento la entrega de la administración de los hospitales San Jerónimo, de Montería, y Sandiego, de Cereté en marzo. Esto luego de terminar la medida de control forzosa que regía en la institución.
Desde allí, Beltrán reiteró que el compromiso del Gobierno nacional es coadyuvar en el fortalecimiento y seguimiento de las instituciones públicas de salud y respetar la autonomía de los entes territoriales.
“La voluntad del Gobierno actual y del Superintendente no es perpetuar las intervenciones ni mantener restringido el componente de soberanía territorial que deben ejercer los gobernantes sobre sus hospitales; y después de ciertos y significativos avances que nosotros pedíamos, se ha dado un escenario de viabilidad”, aseguró el superintendente, al hacer entrega protocolaria de los dos centros asistenciales en el despacho del gobernador Orlando Benítez.
“Nos sentimos tranquilos y complacidos, que hoy las condiciones permiten devolverle a usted la competencia para el manejo de estos dos hospitales”, agregó Beltrán López.
La llegada de la nueva gerencia se da después de un minucioso proceso de empalme entre la Superintendencia de Salud y la administración de Córdoba. Tras las noticias en Montería, se espera que pronto se anuncie una nueva junta para el Hospital Sandiego, de Cereté, el cual ha atravesado por un proceso similar.