"Aspiramos a que todos los pueblos y gobiernos del mundo nos ayuden a los colombianos a derrotar esta larga hora de terrorismo narcotraficante", dijo Uribe desde la ciudad de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander, a unos 400 kilómetros al noreste de Bogotá y en la frontera con Venezuela. En Cúcuta "ustedes tienen derecho a vivir en plena hermandad con los compatriotas venezolanos, como lo determinó el Creador, como se ha surtido a lo largo de la historia", añadió Uribe en un discurso al final de una reunión con autoridades de esa región fronteriza. El mandatario, que no hizo referencia directa a los recientes impasses diplomáticos con Venezuela y su presidente Hugo Chávez, sólo indicó que la política internacional colombiana era firme, pero no retadora. "Nuestra política internacional es una política firme para derrotar el terrorismo y el narcotráfico. Es una política prudente y es una política no retadora", aseguró Uribe en su discurso divulgado por la casa de gobierno en un correo electrónico. Uribe, siguiendo una política de su gobierno que intenta no arriesgar un abultado comercio de más de 6.000 millones de dólares con Venezuela, ha mantenido silencio frente a críticas de su colega Chávez en torno a temas como las negociaciones de Bogotá y Washington para el uso de bases militares colombianas por parte de contingentes castrenses de Estados Unidos, apoyo que Caracas considera un riesgo a su seguridad nacional. Las negociaciones con Estados Unidos, unido a señalamientos en torno a que armas vendidas a Venezuela en la década de 1980 llegaron a manos de las guerrillas colombianas, desembocaron a fines de julio en que Chávez declarara el "congelamiento" de relaciones políticas y comerciales con Colombia. Más tarde Chávez anunció la suspensión de venta de gasolina a poblaciones colombianas en la frontera, como Cúcuta, o la importación de 10.000 vehículos colombianos en el 2009. Gremios colombianos como la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) han calculado que la paralización de la venta de autos y los otros factores, como que eventualmente Venezuela tampoco compre alimentos de Colombia, podrían provocar que las exportaciones a la vecina nación caigan unos 1.800 millones de dólares, el 30%, al cierre de este año. Las ventas colombianas a Venezuela totalizaron en el 2008 unos 6.100 millones de dólares.