En la noche del domingo, 1 de enero, falleció una bebé de tan solo siete meses luego de ser dejada dentro de un vehículo por su madre, quien ingresó a un motel ubicado en Valledupar, exactamente en la carrera 7 # 43-103, barrio doce de octubre.
Según confirmó el coronel Luis León, Comandante de la Policía municipal, la progenitora llegó a la residencia con su pareja, a bordo de un vehículo. Mientras disponían a su encuentro sexual, la mujer dejó a la bebé dentro del carro estacionado en el parqueadero. Sin embargo, el automotor, al parecer, se encontraba totalmente cerrado y encendido lo que desencadenó en la muerte de la niña.
De acuerdo con las autoridades, la pequeña habría inhalado gases. De hecho, la pareja también habría resultado afectada porque los encontraron desmayados al interior de la habitación.
“El trabajador del motel se percata que en la parte interna de la habitación 111 se escucha el ruido de un vehículo en marcha, lo cual le causa curiosidad e ingresa a verificar, encontrando dentro de la habitación había una femenina tendida en el piso y un masculino tirado en la cama. Al verificar el vehículo encuentra en la parte interna a una menor que no respiraba, de inmediato, procedió a llevarla hasta la clínica pediátrica donde el personal médico le indica que se encuentra sin signos vitales”, se lee en el reporte entregado por la Policía.
La madre de la pequeña víctima responde al nombre de María Camila Mengual Mójica, de 19 años, quien estaba acompañada de Humberto Manuel Olivilla Pineda, de 23 años. Lo sucedido continúa siendo materia de investigación por las entidades e instituciones competentes.
Masacre en Cesar
Las autoridades, en el departamento de Cesar, confirmaron la masacre de cuatro personas, perpetrada el pasado 1 de enero en el municipio de Río de Oro, aproximadamente a dos kilómetros sobre la vía que conduce a Ocaña, Norte de Santander.
Información oficial indica que las víctimas mortales departían en un establecimiento conocido como El Pentágono, donde funciona un taller de mecánica, cuando llegaron dos sujetos en motocicleta y pidieron una cerveza, luego, sin mediar palabras desenfundaron un arma de fuego y dispararon contra dos hombres, quienes respondían a los nombres de Rodrigo Grismaldo y Edward Vacca.
Posteriormente, al salir del lugar, los homicidas agreden con arma blanca a las esposas, identificadas como Marlen Villamizar y Mildred Ortiz Pérez.
Las mujeres fallecieron en un centro hospitalario de Ocaña y los hombres en el mismo sitio del asesinato.
En conversación con SEMANA, el comandante de la Policía departamental, coronel Luis León, lamentó lo sucedido e indicó que todo apunta a un posible ajuste de cuenta por las rentas ilegales.
“Uno de los dos hombres tenía antecedentes por amenazas. Al parecer, una pareja vivía en Ocaña y la otra pareja residía en Río de Oro. Se presume que las cuatro personas se encuentran en el lugar para departir, estaban consumiendo bebidas embriagantes y lamentablemente ocurre el asesinato”, explicó el oficial.
“El homicidio es materia de investigación. Lo extraño del caso es que dispararon contra los dos hombres y después asesinan a las mujeres. Todo es muy confuso”, aseguró el coronel.
La Policía anotó que en el lugar de los hechos solo estaba un menor de 10 años, quien fue remitido a Comisaría de Familia. Hasta el momento, según las autoridades, el niño es el único testigo de lo acontecido.