“En mi condición de magistrado de la Sala Especial de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia, y ciudadano titular de los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Política de 1991, me permito presentar ante el órgano de persecución penal denuncia contra Cielo Gnecco Cerchar, prófuga de la Justicia, por el delito de Calumnia”.
Así se lee en el documento emitido por Francisco Farfán en el que oficializa su denuncia ante la Fiscalía General de la Nación.
Esta denuncia fue puesta tras conocer sobre la filtración de información en la investigación contra José Alfredo Gnecco. De acuerdo con el magistrado, él está siendo señalado de estos actos, e incluso relacionado con “interceptaciones de comunicaciones sostenidas a través de líneas telefónicas registradas a nombre del investigado y de algunos miembros de su familia”.
Por esta razón, previamente pidió a la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes que lo investigara, así como a los funcionarios de su despacho para determinar si participaron en la filtración de información frente al mencionado expediente o entregaron información. De ser así, se pide que se investigue si incurrieron en actividades delictivas.
Sin embargo, en las últimas horas, también ha interpuesto una denuncia contra Cielo Gnecco, puesto que:
“Al contrastar la información revelada por los medios de comunicación con los datos que se incorporaron a los informes de policía judicial, se advierte que, en uno de ellos, el investigador comisionado registró la existencia de una llamada telefónica en la que, al parecer, interactúan Cielo María Gnecco Cerchar y su sobrino José Alfredo Gnecco Zuleta. En dicha comunicación, de manera calculada y tendenciosa, ‘Cielo Gnecco’ refiere que ‘Francisco Farfán’, supuestamente, le informó que a la línea telefónica de José Gnecco Zuleta le estaban copiando todo”.
En el documento, Farfán transcribió la conversación en la que lo estarían calumniando. Según el documento, esta habría sido la charla entre Cielo y José Gnecco:
“C. G: José es que eh... Francisco Farfán con una play (SP) mandó un mensaje que te dijera que el teléfono al tuyo te están copiando todo.
J. G: Ok.
C. G: Que tuviera, que pa’ ver si lo cambiara o que tuviera la precaución ahí con el tema. (…) No sé si es cierto, pero que ajá, hay que tener la precaución.
J. G: Ok, tía”.
Esta conversación sería la prueba clave para que Farfán demuestre la ”estrategia de desprestigio fraguada contra un funcionario judicial, como actuación absolutamente ilegal, antijurídica y delictiva, derivada de que, materialmente, Cielo Gnecco realizó señalamientos delictivos en mi contra”, aseguró el magistrado.
Finalmente, el funcionario recalcó que él no envió ningún mensaje a la acusada o a algún familiar, puesto que desde su propio despacho ordenaron la interceptación telefónica de esta familia, “en el decurso del radicado n.° 53583, donde se investigaba a este por el delito de corrupción electoral”.
Asimismo, explicó: “Nunca he tenido conversación alguna con dicha señora, ni le he enviado razones a través de terceros, en punto de una interceptación telefónica ordenada por mi propio despacho, lo cual resulta además contrario a la lógica y al sentido común, pues si el magistrado sustanciador ordena la interceptación telefónica como diligencia reservada, difícil resultaría creer que les comunique a los mismos interceptados que no hablen por ese medio. Habría sido más fácil y sencillo, si se le quisiera favorecer, simplemente no disponer tal diligencia”.
Por otro lado, aseguró que existe la posibilidad de que Cielo Gnecco haya obtenido información sobre el tema, pero sin ninguna intervención por parte de Farfán.