Las autoridades, en el departamento de Cesar, están ofreciendo una millonaria recompensa para capturar a los responsables del asesinato de Leandro Trigos Vanegas, el escolta que falleció luego de resultar herido en medio de un ataque armado por un supuesto hurto a un carro de valores en Río de Oro, Cesar.
“El asesinato de Leandro Trigos Vanegas no quedará impune: anunciamos recompensa de $50 millones para quien suministre información que conduzcan a la identificación y captura de autores del asesinato de este escolta en el intento de robo al carro de valores en Río de Oro”, trinó la Gobernación a través de su cuenta de Twitter.
Al término de un consejo de seguridad, la administración departamental se comprometió a aportar 30 millones de pesos y 20 millones de pesos la Alcaldía de Río de Oro.
Trigos Vanegas murió cuando recibía atención médica en el hospital Emiro Quintero Cañizares de Ocaña, en el departamento de Norte de Santander. Sus últimos momentos de vida quedaron registrados en un video.
Tirado en medio de la hierba y de medio lado, el hombre usó su celular en cámara frontal y grabando dijo: “Adiós muchachos, adiós” (mientras movió su mano), “ya no me van a volver a ver riéndome” (y lo hizo quizá por última vez), y volvió a repetir “adiós muchachos” (antes de entrar en llanto).
Los hechos se dieron en el sector conocido como Alto de Sanín Villa, en el departamento del Cesar. Al parecer, los uniformados llegaron al punto luego de reportarse que un vehículo de valores iba a ser asaltado y, desde la zona enmontada, fueron recibidos a bala.
“Virgen santísima, le pusieron un petardo a la Policía, están dando plomo; santo Dios, mataron a un Policía o está herido”, relató el conductor del camión al ver una persona tirada en el piso.
El conductor del un camión decidió grabar todo en video y preciso en el momento se ve a los policías resistiendo el ataque y refugiándose en lugares con puntos sólidos para evitar ser alcanzados por los disparos.
Atentado contra la Policía en el Valle
Un agente de tránsito fue atacado con arma de fuego en la noche del pasado martes —14 de marzo— cuando se movilizaba en una motocicleta por una vía pública del barrio El Príncipe, en Tuluá (Valle del Cauca).
Según información preliminar, el hecho ocurrió en la calle 40B con carrera 22, y por fortuna el guarda no fue alcanzado por los proyectiles que impactaron a la motocicleta en la cual se movilizaba.
Posteriormente, en una rápida reacción, el funcionario logró ingresar a una vivienda de la zona para refugiarse, mientras que los presuntos delincuentes huyeron con rumbo desconocido.
Este hecho, que está siendo investigado por las autoridades, se une al presentado la semana pasada cuando dos agentes de tránsito fueron atacados con arma de fuego en un puesto de control instalado en zona urbana del municipio de Tuluá. Un acto de intolerancia habría provocado la acción criminal.
Los funcionarios fueron sorprendidos por un par de sujetos que se movilizaban en una motocicleta que, sin mediar palabra, abrieron fuego a quemarropa.
Según las indagaciones del Departamento de Policía del Valle del Cauca, momentos antes del ataque, los pistoleros, quienes estaban en estado de embriaguez, le reclamaron a los agentes de tránsito por la inmovilización de un vehículo.
La negativa de los funcionarios ante los reclamos de los sujetos, los llenó de ira, pues poco después regresaron armados y la emprendieron contra los funcionarios con la intención de asesinarlos.
Afortunadamente, solo lograron hacer un disparo, el cual fue esquivado por uno de los agentes de tránsito, porque una falla en el arma de fuego impidió la salida del resto de las balas.