El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) dio a conocer los últimos resultados de la encuesta de Pulso Social, la cual mide la opinión subjetiva de las personas sobre el bienestar y la situación económica de las ciudades.
Dentro de la encuesta, se le preguntó a la ciudadanía sobre su percepción económica, puntualmente si se consideran personas pobres.
En la ciudad de Valledupar, ante esta pregunta, el 85 % de los encuestados manifestó que sí se consideran pobres y el 15 % respondió lo contrario. Solo Sincelejo y Quibdó superaron a la capital del departamento.
El caso de Valledupar es curioso, pues el porcentaje prácticamente duplica la percepción de pobreza a nivel nacional, el cual es de un 44 %.
El ahorro
De acuerdo con la encuesta, a corte del mes de diciembre de 2022, el 72,4 % de los encuestados aseguró que su situación económica es peor que la del año 2021; solo el 7 % considera que mejoró.
No obstante, el panorama mejora considerablemente al hablar del futuro, puesto que el 40 % de los encuestados esperan que su situación económica sea mejor que la actual.
Con respecto al tema del ahorro, el 70 % de los participantes en la encuesta señaló que no tiene posibilidad de ahorrar. Por el contrario, solo el 4,2 % respondió que sí, pero las cifras más alarmantes son las del 24,9 % de ciudadanos que manifestaron no tener ningún tipo de ingresos.
Movilidad
Por otro lado, el informe explicó que en materia de movilidad los ciudadanos duran aproximadamente 21,7 minutos en sus recorridos diarios hacia su lugar de trabajo. Este sería uno de los puntos positivos en la encuesta, pues Valledupar es una de las ciudades con menos trancones del país.
De las ciudades capitales, Bogotá ocupó el primer puesto con respecto al tema de la movilidad, pues los bogotanos aseguran que se mantienen hasta una hora en los trancones.
Valledupar ocupó el puesto número 18, con mejores tiempos que ciudades como Santa Marta (24,4), Armenia con 23,5 minutos y Florencia con 22,6.
¿Cuántas veces al día come un colombiano?
Golpe tras golpe han recibido los colombianos desde hace tres años. Los habitantes de esta nación no han regresado a los niveles de consumo de alimentos que tenían en 2019, antes de la pandemia, y lo peor es que las diferencias por regiones y por estratos socioeconómicos siguen siendo profundas.
La posibilidad de comer tres comidas al día era del 90 % antes de la pandemia de la covid-19. Pero el panorama cambió en el primer año de la crisis sanitaria, cuando se produjeron los confinamientos que llevaron a millones de hogares a acudir al trapo rojo en las ventanas para enviar señales de humo porque en sus mesas el plato estaba vacío.
En 2021 empezó la recuperación, pero voltear la torta social no ha sido tan fácil, pues, luego de la emergencia sanitaria, llegó otra pandemia que contagió a todos: la inflación.
El panorama actual
Las bajas en los precios de los alimentos se dan, pero de manera lenta, pues lo que ha producido los incrementos en los costos para las familias no se ha ido. Muchas cosechas en flor provocan bajas momentáneas, que no logran disminuir la presión en el bolsillo de los colombianos. El miércoles, por ejemplo, siete productos bajaron de precio, según datos del centro de abastecimiento Corabastos, que surte a los habitantes del país.
Banano, cebolla cabezona, acelga, apio, granadilla, curuba y limón Tahití. Es decir, alimentos no necesariamente imprescindibles para la gastronomía de los hogares. A ello se le agrega que las reducciones en precios tampoco logran ser tan notorias. Por ejemplo, el limón llegó a costar 470.000 pesos el bulto y ahora está en 410.000 pesos.